Unos 40 pacientes podrían verse afectados al suspendérseles bruscamente el tratamiento médico, luego de que las autoridades de la CCSS dispusieron prohibir las investigaciones clínicas con sustancias químicas en sus hospitales y clínicas.
Guillemo Rodríguez Gómez, director del Instituto Costarricense de Investigaciones Clínicas (ICIC), manifestó que en este momento los pacientes tienen dificultades respiratorias e insuficiencia cardiaca, y no existen en el país productos sustitutos o equivalentes.
La medida fue adoptada por los jerarcas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), por considerar que ese tipo de estudio violaba principios garantizados en la Constitución Política.
El asunto fue analizado en una sesión de junta directiva a principios de mes, en la cual el presidente ejecutivo, Alvaro Salas Chaves, expuso su preocupación por este tipo de estudios, especialmente porque no contaban con el aval de los servicios de farmacoterapia ni de la dirección técnica de la institución. También se le achacaron defectos al convenio suscrito entre la CCSS y el ICIC en 1992, en virtud de que no aclaraba qué tipo de estudios clínicos se realizarían.
La disposición institucional fue rechazada por el Colegio de Médicos y Cirujanos, que hizo un pronunciamiento público, en el cual solicita a las autoridades de la CCSS reconsiderar su posición.
Ayer La Nación quiso consultar el criterio de Salas Chaves; sin embargo, en su oficina se informó de que se encontraba en una encerrona, cuya ubicación no se precisó.
De acuerdo con el presidente de ese gremio, Jorge Alfaro Monge, se trata de investigaciones de tercera fase que emplean fármacos aprobados para ser usados en seres humanos. Alfaro Monge destacó que estos tipos de análisis son trascendentales porque le permiten al profesional determinar cuál medicamento es mejor para determinado padecimiento.
Dijo que están de acuerdo en que la Caja debe ejercer controles estrictos en investigaciones de este tipo, pero arguyó que no comprenden por qué los prohíben.