Con canciones, bailes, música, actos culturales y gran calidez humana, los integrantes del Servicio de Voluntarios Japoneses para la Cooperación con el Extranjero (JOCV) en Costa Rica, celebraron el 30º aniversario de existencia de ese programa social.
La fiesta de conmemoración se realizó el domingo pasado, de 2 a 7 p.m., en los salones Chirripó y Tobosi del hotel Corobicí. Comenzó con la apertura de una exposición fotográfica, que mostraba el trabajo efectuado por los jóvenes voluntarios nipones en nuestro país.
Ellos laboran en centros educativos y científicos, donde efectúan funciones de profesores de japonés, de natación, de gimnasia, de voleibol, de beisbol, de educación física, de origami y otras disciplinas. También se desempeñan en proyectos de agricultura orgánica y como músicos en la Orquesta Sinfónica Juvenil.
A las 3 p.m., se cantaron los himnos nacionales de Costa Rica y Japón y se hizo la presentación ante el numeroso público invitado de cada uno de los voluntarios y sus proyectos; luego los niños de la Escuela Científica de la Universidad Latina cantaron tonadas niponas y se realizó un concierto con varios intérpretes japoneses.
La tarde prosiguió con un pequeño examen sobre la cultura del Japón, cuyo ganador recibió un vestido típico nipón y, tras escuchar más canciones japonesas, llegó el baile final y la cena, con platillos tradicionales del archipiélago asiático.
De esa forma, los integrantes del JOCV agradecieron la hospitalidad costarricense y expresaron su deseo de continuar colaborando con nuestro país.