Luego de terminar las intervenciones en puentes y cruces ferroviarios, el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) trabaja en la instalación de cinco andenes, con la meta de poner en funcionamiento los trenes nuevos a finales de mes.

De acuerdo con la presidenta ejecutiva de Incofer, Elizabeth Briceño, todo se va encarrilando para que los usuarios estrenen las ocho nuevas unidades de diésel, con capacidad para transportar a 376 pasajeros.

“Hasta el momento, estamos cumpliendo el cronograma para la puesta en operación de los trenes nuevos en la última semana de abril. La fecha exacta dependerá del cumpliendo de este cronograma. Estaremos informando oportunamente”, aseveró la jerarca.

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Las estructuras para que los pasajeros puedan abordar los trenes nuevos de diésel son construidas en las paradas de Plaza González Víquez, en San José; Colima, en Tibás; y Santa Rosa de Santo Domingo, en Heredia.

El andén que se instala en la comunidad herediana prácticamente está listo. Anteriormente, los usuarios usaban una plataforma sobre ruedas viejas del tren para poder abordar los vagones de las máquinas Apolo.

“Está en etapa de acabados, con la adaptación de algunos elementos de seguridad. Tiene 32 metros de longitud y reemplazó un andén que era un carro plano adaptado. Ahora este cuenta con todas las características de accesibilidad y de dimensionamiento de los nuevos trenes”, aseguró el gerente de Operaciones de Incofer, Marco Coto.

El Instituto también debe hacer cambios en los andenes de las estaciones al Pacífico y al Atlántico. Dichas obras tienen un costo cercano a los ¢126 millones.

Asimismo, en esa línea de intervenciones necesarias, Incofer reparó el maltrecho cruce ferroviario en Cinco Esquinas de Tibás, sobre la carretera que conecta con la capital.

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La transitada vía quedó habilitada el pasado miércoles. En ese punto se colocó una placa de concreto en la zona donde coinciden las máquinas y los vehículos, que anteriormente era de asfalto y presentaba hundimientos.

De forma paralela, los operarios y maquinistas de Incofer continúan su proceso de capacitación con ingenieros chinos y alemanes, para poder conducir y manipular las nuevas unidades.

Imprevistos

Las pruebas móviles de los trenes nuevos sobre las vías férreas, que comenzaron en febrero pasado, han sufrido algunos inconvenientes.

El primero está relacionado con la baja altura del cableado de los servicios públicos.

El problema se dio, aunque la entidad ferroviaria había solicitado con antelación a las operadoras de telecomunicaciones, que lo resolvieran.

Según el gerente de Operaciones de Incofer, Marco Coto, las empresas de servicios ya corrigieron la situación en las rutas San José-Cartago y San José-Heredia-Alajuela. Mientras que en el recorrido San José-Belén todavía se ejecutan algunas mejoras.

El segundo imprevisto se presentó el 19 de marzo, cuando una de las máquinas se descarriló en su paso por Pavas, en el punto conocido como Tubo-Tico. Aunque no hubo daños, obligó a poner en funcionamiento el equipo adquirido junto con los ocho trenes, para encarrilar de nuevo la máquina sobre las vías férreas.

“Ya se realizó la intervención del mantenimiento en el punto donde se dio el descarrilamiento. En dicho evento se aprovechó para implementar el nuevo equipo de gatas hidráulicas que se adquirieron con los trenes nuevos para asistir en estas situaciones”, afirmó Coto.

Los ocho trenes comprados a la empresa CRRC Qingdao Sifang por $32,7 millones, fueron fabricados en China y tienen motores y componentes eléctricos de las compañías alemanas Man y Voith.

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Esa compra incluyó la adquisición de equipo de reparación y mantenimiento, que se encuentra en los talleres de Incofer.