Con la promesa del monitoreo permanente de los taludes, la concesionaria de la carretera San José-Caldera rehabilitó por completo el paso de vehículos, la tarde de este viernes.
Así lo informó Globalvia, luego de que la carretera permaneciera cerrada por casi 30 horas, y con regulación 17 horas más, a causa de un derrumbe que cayó la tarde del miércoles a la altura del kilómetro 45, en el tramo entre Atenas y Orotina.
De acuerdo con la empresa, en el sitio del deslizamiento se instalaron “anclajes y mallas de alta resistencia” para evitar la caída de más material.
“Globalvia Ruta 27 continuará con el monitoreo y patrullaje constante de los 76,8 kilómetros del proyecto, recurso que nos permite intervenir de manera inmediata algún incidente”, añadió la concesionaria.
Para el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica (UCR), los derrumbes en esta vía podrían ser frecuentes. Esto, debido a las lluvias, el corte de los taludes, la vibración por el paso de vehículos y los denominados drenajes ácidos que debilitan el material que recubre los taludes.
Según Globalvia, tras el derrumbe del miércoles, hubo una inmediata intervención para limpiar la vía, labor que se completó a las 5 a. m. del jueves.
Luego se procedió a evaluar el terreno y, con maquinaria especial se quitaron bloques en riesgo de caer. A las 9:40 p. m. del jueves, se reabrió un carril y este viernes, a las 2 p. m., el segundo.
El cierre obligó a los conductores a buscar rutas alternas por el monte del Aguacate y la Interamericana Norte.