Dos años después de que la poderosa tormenta Nate arrastrara el puente de General Viejo, en El General de Pérez Zeledón, este martes 19 de noviembre empezará la colocación de las primeras piezas para una estructura definitiva.
La información la brindó este viernes el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), el cual agregó que la obra tendrá una inversión de ¢3.589 millones, aportados por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
El paso elevado estará conformado por 27 módulos de acero galvanizado de 4,5 metros de longitud cada uno. Sobre ellos se colocará una losa de concreto de 8 metros de ancho y encima tendrá una capa asfáltica de 5 centímetros de espesor.
Según la estimación de las autoridades, el puente debe estar listo en 365 días calendario y beneficiará a los habitantes de comunidades como General Viejo, Carmen y Peñas Blancas, en el distrito de El General.
También al distrito de Rivas; así como Chiles, Santa Margarita y barrio los Pinos, en el distrito Daniel Flores y barrio Sinaí, en San Isidro de Pérez Zeledón.
El paso sobre el río General, con un tránsito promedio diario de 4.000 vehículos, acorta el camino hacia San Isidro, la cabecera del cantón sureño.
La vieja estructura metálica colapsó en octubre del 2017, cuando la tormenta tropical Nate cruzó territorio costarricense. El fenómeno afectó 76 cantones, cobró la vida de 14 personas y obligó a evacuar a 3.000 pobladores.
Durante todo este tiempo, pobladores y comerciantes de la zona se organizaron para levantar pasos temporales; sin embargo, las crecidas del río obligan a suspender el tránsito cada cierto tiempo.
Cuando la circulación por ese sitio está suspendida, los vecinos deben hacer viajes más largos por Rivas, Peñas Blancas o las Juntas de Pacuar, pero estos recorridos triplican el tiempo de desplazamiento.
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Otros detalles
La construcción del nuevo puente se programó para esta época, para aprovechar la época seca en la zona sur del país, que se consolida a mediados del mes de diciembre.
Tendrá un carril por sentido, cada uno de 3,68 metros y una pasarela para peatones de 1,5 metros que estará adosada de forma externa a la cercha, con barandas y piso de acero.
“La estructura contará con bastiones de concreto reforzado tipo pared, de 12 metros de alto por 8,8 metros de ancho y 8.8 metros de alto por 8,8 metros de ancho, respectivamente, debido al desnivel que hay entre cada extremo del cauce del río”, agrega un comunicado del MOPT.
Mario Rodríguez, director ejecutivo del Consejo Nacional de Vialidad, estimó que la estructura tendrá una vida útil de 50 años, “siempre valorando lo caudaloso que es este río durante la época de lluvias”.