Juan Fernando Lara S.
El proyecto de construir una nueva refinería de petróleo en Costa Rica sigue varado, pues China confirmó que aún no halla un tercer socio para reactivar la iniciativa, cuya paralización se profundizó desde mayo del año pasado.
En el 2009, la estatal Corporación Petrolera Nacional de China (CNPC) y la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) crearon la Sociedad Reconstructora Chino-Costarricense (Soresco), con un fondo inicial de $100 millones (cada socio-país aportó la mitad).
Se suponía que ese capital le permitiría a Soresco realizar estudios de factibilidad financiera para encaminar el plan de la nueva refinería en Moín, Limón, la cual luego le sería arrendada a Recope para que la operara durante al menos 15 años.
Sin embargo, la Contraloría General de la República frenó el plan en junio del 2013, tras descubrir un conflicto de intereses, pues el primer estudio de factibilidad lo hizo la firma china Huanqiu Contracting & Engineering Corporation (HQCEC), subsidiaria de la socia CNPC.
Al discutirse este punto en la Junta Directiva de Soresco, los miembros chinos se negaron a repetir el estudio de factibilidad como dictó la Contraloría o permitirle a Recope hacer otro.
En un intento por avanzar, la presidenta de Recope, Sara Salazar, explicó que en octubre del 2015 se le propuso a la CNPC la posibilidad de que vendiera parte de sus acciones a un tercer socio para que este repitiera el estudio.
Sin embargo, cuatro meses después, nada ha progresado.
“La situación sigue igual, en una comunicación en febrero nos indicaron que lleva tiempo localizar un socio. Seguimos sin definición y a la espera”, dijo Salazar.
Por ahora, esta búsqueda de otro socio es el único paso concreto que ambas partes han dado para superar sus diferencias en el tema del estudio de factibilidad surgidas en mayo del 2015.