San José
Las mejoras en los planes de educación y la promesa de más empleos con mejores salarios, son los ingredientes fundamentales en las recetas de los candidatos presidenciales para frenar el crecimiento de la desigualdad social.
Ese fenómeno figura entre las principales conclusiones del XIX Informe del Estado de la nación, presentado este martes por el Consejo Nacional de Rectores (Conare).
Quienes aspiran a gobernar a partir del 8 de mayo del 2014 también tienen ese ensanchamiento de las brechas bien identificado.
Empleo y capacitación. Otto Guevara, candidato del Movimiento Libertario (ML), cree que mejorar la calidad de la educación y acercar la formación técnica a las comunidades más pobres, crearía el ambiente propicio para generar empleos más accesibles para las clases más necesitadas.
José María Villalta, aspirante del Frente Amplio (FA), cree que la distribución de la riqueza sería más equitativa si el Estado fortaleciera la vigilancia de los derechos laborales de los trabajadores.
Villalta indicó que parte de su propuesta es impulsar una reforma fiscal que se enfoque en reformar el Impuesto sobre la Renta, para gravar las ganancias de los sectores más ricos, y garantizar que el gasto en educación se concentre en planes para cerrar la brecha entre la educación privada y la pública.
En este último rubro se enfoca el candidato del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Rodolfo Piza, quien propone aumentar los años de escolaridad de la población y enfocar los programas educativos en crear la mano de obra que demandan las empresas.
Otros mecanismos. La equidad, dijo Antonio Álvarez Desanti, es uno de los tres pilares de la propuesta de Gobierno de Johnny Araya, candidato del Partido Liberación Nacional (PLN), donde se sugiere mejor capacitación para las mujeres cabezas de hogar y mejor apoyo de la red de cuido para que se integren mejor a la fuerza laboral del país.
Luis Guillermo Solís, candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), también defendió que una vuelta a la equidad social está en el centro de su propuesta programática.
Para llegar ahí, Solís apuesta por la "receta a la tica". "Se trata de ofrecerle a la ciudadanía mejor educación, mejor salud y mejor empleo, pasando por un fortalecimiento del mercado interno a través de leyes como la de Banca para Desarrollo", sostuvo.
De los cuatro candidatos presidenciales consultados, José María Villalta y Rodolfo Piza mencionaron una reforma fiscal progresiva, que grave las rentas mayores, como mecanismo para redistribuir la riqueza entre los círculos más desposeídos de la sociedad.
Todos los entrevistados se pronunciaron a favor de revisar las 340 leyes que crean exoneraciones fiscales, siempre que no tengan que ver con la canasta básica y los servicios de salud y educación.
Participación. Los candidatos se decantan por más participación de la sociedad a la hora de tomar decisiones, como la opción para frenar el ambiente de crispación social que predominó durante el 2012, según el XIX Informe del Estado de la Nación.
Otto Guevara indicó que, de ganar la presidencia, crearía “Consejos de Desarrollo Sostenible” en cada uno de los 81 cantones y uno a nivel nacional, que servirían como mesas de diálogo con participación popular.
José María Villalta aprobaría reformas para instaurar el voto nominal para la elección de diputados, el referendo revocatorio de mandato y la creación de auditorías ciudadanas.
Rodolfo Piza, por su parte, opinó que una vez que la ciudadanía note un cambio en el estilo de un nuevo gobierno del PUSC, dejará de acudir a la protesta en la calle como método para hacerse escuchar.
El jefe de campaña del PLN, Antonio Álvarez Desanti, indicó que Johnny Araya sugiere aplicar una política de anticipación y de diálogo para detectar las demandas de los sectores sociales antes de que estas exploten en las calles.
Por su parte Luis Guillermo Solís comentó que, en un eventual gobierno suyo, la consulta sectorial será una permanente para lograr un mejor diálogo social.
La apuesta del abanderado del PAC también pasa por activar el Consejo Económico y Social como gran mesa de diálogo costarricense.