Pese a que Costa Rica tiene aprobados 22 préstamos internacionales por una suma total de $2.574 millones, solo se ha ejecutado un 26% de ese monto; esto es, unos $678 millones.
El dato se desprende de la lista de créditos del país con bancos del exterior que solicitó La Nación a la Dirección de Crédito Público del Ministerio de Hacienda.
El atraso en la ejecución de los préstamos implica pagar intereses anuales y comisiones a los bancos extranjeros por obras que la ciudadanía sigue sin ver.
En el listado hay 19 proyectos destinados a mejorar la infraestructura vial, el alcantarillado, la electricidad, la educación, y las condiciones de pobreza de algunos sectores. El más antiguo de estos proyectos data del 2001.
Ejemplo de este atraso es el préstamo por $72 millones con el Banco Mundial (BM) para el Proyecto Limón Ciudad-Puerto, del que, cinco años después de su aprobación, solo se han utilizado $8,8 millones.
“Habría que ver caso por caso. En algunos proyectos, la dificultad es la compra de propiedades; otros no están bien diseñados o carecen de los estudios suficientes, o bien no tienen planos. Lo cierto es que todo esto se traduce en falta de planificación”, manifestó el ministro de Hacienda, Helio Fallas.
Costo. El pago de intereses anuales por tales préstamos asciende a $17,7 millones aproximadamente. A esa cifra hay que sumarle las comisiones de compromiso que deben pagarse a cada una de las seis entidades financieras, aunque el dinero no se ejecute.
“Esto lo que revela es que el país desembolsa recursos por nada. (...). El Gobierno asume préstamos sin tener dinero para la contrapartida. También hace falta agilidad en la aprobación de los préstamos en la Asamblea Legislativa”, dijo el economista y exministro de Hacienda Thelmo Vargas.
La Contraloría General de la República (CGR) señala que, de 20 proyectos en ejecución, solo cuatro alcanzaron un progreso físico de entre el 98% y el 100%. [[BEGIN:INLINEREF LNCGNF20140623_0001]]Vea los casos más críticos.[[END:INLINEREF]]
Los que llevan mayor avance son el Plan Nacional de Infraestructura Hospitalaria, Ecomercados II, y la Segunda Etapa de Modernización de la Administración de la Justicia. También el Programa de Catastro y Registro, que fue aprobado hace 13 años.
El resto de obras tiene un avance inferior al 50%. Se trata de proyectos de mejora en infraestructura vial, acueductos y realce en la calidad de vida en comunidades como Sixaola y Limoncito, en Limón.
La memoria anual de la CGR critica además el bajo nivel de ejecución de los recursos disponibles para los proyectos de obra pública financiados con créditos externos.
“El proyecto (carretera) Bajos de Chilamate-Vuelta Kooper ya cumplió el plazo contractual para la ejecución, pero apenas tiene 38% de avance físico después de tres años de haber incorporado los recursos al presupuesto nacional”, anota el informe de la CGR.
“Los recursos que no se utilizan son oportunidades desaprovechadas. Lo que se diseñó hace ocho años, no son las necesidades actuales. No solo se pierde oportunidad, sino también relevancia”, dijo Alberto Franco, economista y exrepresentante de Costa Rica ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En su criterio, el cambio de prioridades de un Gobierno a otro también altera la forma en que se ejecutan los préstamos con entidades externas.
“Los proyectos que se financian con recursos externos, normalmente son de largo plazo, pero no necesariamente se sostienen de una administración a la siguiente, debido a cambios en prioridades”.
Acciones. Para el ministro de Hacienda, Helio Fallas, hay tres acciones que deben fortalecerse en la Dirección de Crédito Público para que, junto con el Ministerio de Planificación (Mideplán), den un seguimiento más estricto a la ejecución de las obras.
“Hay que disciplinar más la información que se pide de los proyectos, fortalecer el Sistema Nacional de Inversión Pública con una ley y contar con personal técnico para que dé seguimiento. No estamos para perder dinero”, concluyó el jerarca de Hacienda.