La primer semana de los comerciantes en el Nuevo Mercado Municipal de Artesanías, en San José, los sorprendió con algo que no esperaban: la visita de clientes nacionales.
"Estamos recibiendo la bendición del comprador nacional que por años allá (en el otro mercado), por estar tan distante, no nos visitaban", comentó Rommel García, vocero de los artesanos.
Según el comerciante, el principal temor era que el nuevo centro de comercio, que se ubica al sur de la plaza de las Garantías Sociales, no fuera un buen punto comercial. Este dejó de ser un miedo para los artesanos quienes califican el nuevo mercado como un "éxito" en su primera semana.
Recibieron aproximadamente unas 300 visitas de clientes por día. García explicó que, en el anterior mercado, les dejaba, para este mes, un promedio de entre 400 y 600 visitantes diarios en promedio.
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El antiguo mercado de artesanías fue demolido hace una semana.
El lunes anterior, día de la inauguración del nuevo comercio, solo ocho de los 88 comerciantes no aceptaron el traslado. Hoy están todos completos, según comentó García.
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"Bueno, estamos muy contentos no era lo esperado, nos ha ido muy bien. Gracias a Dios el público nos ha ayudado mucho. La asistencia del turismo nacional y extranjero, ha sido muy bueno", dijo Xinia Zamora, una de las comerciantes.
García explicó que este es el primer fin de semana y esperan que los visiten unos 400 turistas por día.
"Los Tour Operadores están muy contentos. Ya estamos activando la zona, comerciantes alrededor nos han visitado muy contentos. El velo que nos atemotizaba era si este iba a ser un buen punto comercial, incluso los que estábamos casados con el nuevo mercado, se cayó", manifestó García.
El traslado de estos comerciantes a este nuevo mercado estuvo pendiente desde el 2014, cuando la Sala IV anuló el levantamiento de veto que hizo el presidente Luis Guillermo Solís, para otorgar la calle 13 bis –que está a un costado de la plaza de la Democracia– a los artesanos.
Para concretar la mudanza, el Municipio construyó el Nuevo Mercado Municipal de Artesanías, el cual costó ¢1.800 millones. Sin embargo, la mayoría de los artesanos condicionó su salida de la calle 13 bis a que se le hicieran mejoras al nuevo recinto.
Esas mejoras tuvieron un costo de ¢250 millones. Incluían un mezanine con un restaurante, un escenario, una sala con Internet inalámbrico, un ascensor, y ampliar los 88 cubículos.
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