Dentro de su automóvil, un Honda automático azul que recién acababa de aparcar frente a la Fundación Arias, el exmandatario Oscar Arias Sánchez lanzó ayer una nueva ofensiva en su intención por atenuar la deuda interna: el Gobierno debe decidirse sobre la privatización de entidades estratégicas.
Según dijo, se necesita "convencer" a la administración Figueres y a una mayoría de los diputados de los partidos Liberación Nacional y de la Unidad Social Cristiana, de legislar para abrir una licitación pública que permita la venta parcial de ciertos activos del Estado.
"Esa legislación creará un fondo con los recursos que se liberen al disminuir la deuda interna, para destinarlos a mejorar la condición social de los grupos más desposeídos, especialmente mejorar la calidad de la educación", explicó.
En cuanto a los servicios que podrían salir parcialmente de la esfera estatal, Arias mencionó las telecomunicaciones debido a la gran cantidad de inversión que se requiere constantemente para estar al día. Sin embargo, en ese tema como en otros, el político cree que no debe venderse más del 49 por ciento.
Ante la nueva arremetida del exgobernante, el presidente José María Figueres y su vicepresidente, Rodrigo Oreamuno, optaron por esperar la realización de un amplio debate nacional antes de fijar una posición oficial.
El jefe de la fracción socialcristiana, Bernal Aragón, dijo compartir el fondo de la proposición y que el Poder Ejecutivo debe convocar a ese gran debate nacional. Su contraparte liberacionista, Luis Gerardo Villanueva, consideró que excepto el INS y BICSA, otras entidades no deben salir del Estado; más bien hay que transformarlas para que sean eficientes.
Mientras el presidente de la Unión de Cámaras, Marco Vinicio Ruiz, vio con beneplácito la propuesta de Arias, Albino Vargas, de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), consideró que solo "alimenta la hoguera de confrontación social".
La deuda interna es el compromiso del Gobierno para honrar los bonos que coloca en el mercado financiero; con ello financia buena parte de sus egresos. Actualmente, alcanza el 25 por ciento de los gastos estatales, unos ¢338.000 millones.
"Costa Rica de peones"
Para fortalecer una posición que ha esparcido desde principios de mes, Arias calificó de "vergüenza" el que un 45 por ciento de los jóvenes entre los 13 y 17 años no tengan acceso a la secundaria o lo hagan solo el primer año.
"Si no invertimos en educación tendremos una Costa Rica de peones en el siglo XXI; si invertimos en ella, tendremos un país de obreros sumamente calificados y de profesionales competentes, lo cual será la ventaja más importante que le podemos ofrecer al inversionista extranjero", agregó.
Consultado acerca de si faltaba liderazgo en el Poder Ejecutivo para profundizar en el proceso de privatizaciones, Arias expresó: "Presumo que las opiniones están divididas sobre la conveniencia o no de vender activos del Estado parcialmente; por lo tanto, es necesario que el Gobierno se decida".
Sin embargo, respondió con un simple "no sé" cuando se le preguntó si la pasada huelga del ICE y la eventual cercanía de un proceso electoral habrían atenuado la posición oficial de vender activos estatales como el sistema de telecomunicaciones.
Colaboraron en esta información los periodistas Emilia Mora, Luis Arturo Alvarez y Wílliam Méndez.
Ira y apoyo
Las nuevas manifestaciones del expresidente Oscar Arias sobre el tema de la privatización de activos estatales levantó una polvareda:
Fernando Herrero,
ministro de Hacienda
"La deuda interna no es de una magnitud tan grande que justifique vender activos por ella. Si el déficit fiscal se mantiene en un 1 por ciento o menos en los próximos cinco años la deuda no sería mayor del 10 por ciento del PIB, lo cual es manejable en nuestra economía."
Marco Vinicio Ruiz,
presidente de la Unión de Cámaras
"Me parece que esa discusión (sobre privatizaciones) tiene todo el sentido del mundo pues se vende lo no indispensable para atender cosas urgentes. No creo que el dogma sea tener instituciones, sino que el Gobierno haga un buen trabajo."Albino Vargas,
secretario de ANEP
"Don Oscar está muy encumbrado en su aureola de prestigio internacional; está muy desconectado. No creo que simplistamente una ley resuelva el problema y creo que don Oscar con esas posiciones alimenta la hoguera de la confrontación social."