¿Son maltratados o no los toros que forman parte de las corridas “a la tica”? La respuesta depende de a quién se le haga.
Para Marcela Vargas, gerente de la Sociedad Mundial para la Protección Mundial (WSPA, por sus siglas en inglés), el maltrato existe desde que se monta al animal en el camión.
Pero para Juan José León, de la Ganadería Beto León, la aseveración de Vargas carece de fundamento, pues alega que los toros son manipulados con cuidado.
En ambos discursos hay marcadas divergencias, sobre todo lo que pasa un toro antes, durante y después de una corrida.
“Lo más grave es el uso y abuso del chuzo eléctrico, que es utilizado para acomodar al animal en los atrios del redondel. Eso hace que el toro salga a la arena estresado, completamente asustado y desorientado”, criticó la funcionaria de la WSPA.
León reconoce el uso del chuzo, pero asegura que son descargas pequeñas. “Tampoco es cierto que los animales pasen horas sin agua o que los traslados sean jornadas extensas”, dijo el ganadero.
Sobre el posible estrés que sufren los bovinos, León dice que sí sucede, pero que este se debe a lo que él llama “bravura del animal”.
Cinthya Castro, veterinaria y quien ha asesorado a diferentes organizaciones para la realización de espectáculos taurinos, comentó que ha topado tanto con organizadores responsables como con otros que no lo son tanto. Ella confirmó la versión de la WSPA de que los toros sí sufren de estrés y maltrato, este último algunas veces ejercido por humanos o bien por el propio animal, según las condiciones de los redondeles.
Por ley, en toda corrida o monta de toros debe haber un veterinario para asegurar el buen trato para el animal. La veterinaria dijo que ha conocido a dueños de toros que han dejado al animal hasta 12 horas sin comida y agua. También ha sido testigo de los efectos de un chuzo eléctrico aplicado en el ano del toro.