El 12 de diciembre, el poblado de Chánguena, en Buenos Aires de Puntarenas, se organizó para festejar a los 18 nuevos bachilleres de su Liceo Rural, la tercera generación seguida que logra el 100% de promoción en bachillerato.
El pequeño templo católico local se convirtió en el escenario de una celebración de acción de gracias, donde los muchachos, sus docentes, familiares y vecinos agradecieron los logros de este año.
¿Qué tienen de especial este centro educativo, sus estudiantes y su pueblo? Convertido en Liceo Rural en el 2012, los 130 alumnos y sus profesores han cosechado muchos méritos en poco tiempo.
Las dos graduaciones anteriores (2011 y 2012) también alcanzaron una promoción del 100% en bachillerato, y se colocaron entre los primeros lugares del país.
En el 2012, el liceo bonaerense obtuvo el puesto 43 entre 823 secundarias, públicas y privadas. Este año, ocupó el puesto 85 entre 850 centros, según datos del Ministerio de Educación Pública.
En las pruebas pasadas, el promedio de la nota del examen estuvo en 84,01, y el de la nota de bachillerato fue de 90,35.
La materia en la que tuvieron un mejor desempeño fue Cívica porque el promedio de calificación fue de 92,30. La siguió Inglés, con 88,65, y Biología con 88,54. El rendimiento más bajo estuvo en la prueba de Español, pues el promedio de nota fue de 68,77.
Fiesta en el pueblo. Eso explica por qué más de 450 vecinos de Chánguena y alrededores se dieron cita en la iglesia para oír misa, y para luego ser testigos de la tercera generación de bachilleres.
Los pobladores se dedican a la ganadería y la agricultura. Hasta ahora, pocos de sus vecinos tenían oportunidad de obtener el título de educación secundaria.
El director del Liceo, Jonathan Fonseca, expresó: “Esto es un gran logro. En esta comunidad somos una familia; todos colaboramos para que estos muchachos sean mejores. Estoy muy contento con el trabajo de ellos; siempre están apoyados por sus padres, quienes entregan lo mejor de sí por sus hijos, con ayuda de los profesores”.
Tras la misa, el pueblo se fue al salón comunal, donde continuaron con una cena y un baile.