Bobby, el perro de raza American Stafford que mordió a un niño de tres años que llegó de visita a una casa en Santa Isabel de Río Cuarto, Alajuela, fue decomisado por Senasa y llevado a un centro de rehabilitación.
En este lugar se le hará una evaluación del comportamiento, su grado de sociabilidad con otras personas, con animales y con niños. Con esta información, se va a llevar un proceso de rehabilitación para saber el tipo de adaptabilidad que tendría si pudiera ser dado en adopción.
Ileana Céspedes, coordinadora del programa de Bienestar Animal de Pequeñas Especies del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), explicó que luego del ataque, ocurrido el miércoles, el personal de la región Huetar Norte se trasladó hasta la casa del propietario del can, un hombre de apellidos Moya Abarca, para valorar el entorno donde tenía al perro de tres años de edad.
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En un momento, hubo amenaza de los vecinos de matar a Bobby por haber mordido al menor. Para Céspedes, las causas del ataque están 100% ligadas al propietario.
El dueño lo mantenía amarrado 24 horas al día con una cadena muy gruesa; lo usaba como cuidador de la propiedad. Además, está bajo de peso, con enfermedades de la piel, pulgas y garrapatas.
"En el cuello tiene cicatrices de lesiones, no sabemos por qué. Está entero, esto quiere decir que es un animal que no está castrado, lo cual es una de las causas de que pueda provocar una mordedura. Pasaba amarrado todo el día en el patio. Un perro amarrado no puede tener normalidad en sus emociones ya que ellos son exploratorios por naturaleza y esto les limita su comportamiento natural, que con el tiempo va a tener consecuencias de agresividad y de frustración. Esto no tiene nada que ver con la raza, está científicamente comprobado", explicó Céspedes, quien es veterinaria.
Indicó que Senasa atiende al año 400 casos por mordeduras de perros y que algunas personas tienden a tomar venganza con el animal luego de un episodio de agresividad o sacrificarlo.
Puso como ejemplo una situación en Pavas en donde los dueños de un perro lo mataron golpeándolo con un picahielo, luego de haber mordido a un niño. En Batán de Limón, el propietario de otro can lo ahorcó luego de un ataque.
¿Por qué Bobby atacó al niño?
Céspedes explicó que existen varias razones por las cuales un perro puede atacar, una de ellas ,es cuando estos animales son víctimas de crueldad o tenencia irresponsable.
Bobby es un perro que estaba para cuidar. Según indicó Céspedes, no conocía al niño que llegó de visita a la casa junto con su abuela, y este fue uno de los motivos para que lo atacara provocándole heridas de consideración en la cabeza. La agresión se dio cuando el chiquito se acercó mucho al animal.
El menor se encuentra estable, informaron médicos del Hospital de San Carlos.
¿Cómo será el proceso de rehabilitación?
Actualmente, Bobby está en evaluación para determinar si su comportamiento es de origen orgánico (por alguna enfermedad o dolencia) o no orgánico (frustración o maltrato).
Con todo el panorama del comportamiento, se decidirá si se le devuelve al dueño en caso de que él tenga las condiciones idóneas para cuidarlo o se comprometa. Caso contratario, se daría en adopción.
"En el caso de Bobby ni si quiera se ha valorado la eutanasia; el animal se muestra muy sociable con los que han interactuado con él; hasta el momento no ha mostrado ni miedo ni ansiedad", indicó la funcionaria.
En redes sociales se ha indicado que el perro sería sacrificado en Senasa; sobre esto la Céspedes indicó que esto no es cierto y que si hubiera alguna persona que quisiera adoptar a Bobby podrá comunicarse con Senasa cuando se decida su futuro.
¿Qué pasará con el dueño?
Por tenencia irresponsable del animal, Senasa aplicará al hombre, de apellidos Moya Abarca, una sanción administrativa.
Esta entidad presentará el caso a la Dirección de Asesoría Legal y ellos se encargarán de trasladarlo al Tribunal Sancionatorio de la institución, que definirá la multa.
Senasa castiga la tenencia irresponsable de animales con una multa que va de siete a cincuenta salarios base.