Padres sacan a niños de escuela en Los Chiles por temor a que el Ejército sandinista los reclute

12 de 164 menores matriculados en el centro educativo se han marchado porque sus familias están preocupadas por situación interna del país vecino

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Los padres de los niños nicaragüenses que asisten a la escuela fronteriza de La Trocha de Los Chiles, en suelo costarricense, temen que en cualquier momento una patrulla militar intercepte a los escolares y se los lleven detenidos para obligarlos a enlistarse en el servicio militar.

Es por esto que en los últimas semanas se han ido 12 de los 164 niños que están matriculados en ese centro educativo, luego de que sus familias “escaparan” con ellos al Valle Central y a otras regiones de Costa Rica, todas ellas alejadas de la línea divisoria.

Esta información la confirmó la directora del centro educativo, Amalia González.

Estos niños viajan de lunes a viernes desde pueblos como Santa Rosa y La Ñoca, departamento de Río San Juan, en Nicaragua, a suelo costarricense, para recibir clases en la escuela de La Trocha de Los Chiles.

La situación se comenzó a presentar desde junio cuando se agravó la represión del gobierno de Daniel Ortega contra sus oponentes que se han estado manifestando en las calles. El conflicto se inició en abril.

González, directora desde hace 18 años de ese centro de enseñanza, dijo que muchos padres tomaron la decisión de sacar a sus hijos aprovechando las vacaciones de mitad de año.

En la escuela de La Trocha el 90% de los 164 matriculados nacieron y viven en la vecina nación del norte y todo el año cruzan la línea divisoria.

“Nosotros les damos almuerzo gratuito toda vez que proceden de hogares muy pobres. No es bueno lo que está sucediendo pues atenta contra la educación integral de chiquitos que estaban haciendo un gran esfuerzo por estudiar de lado tico”, señaló González.

Temor

Los mismos niños le contaron a sus maestras que en gran parte del día sus padres pasan escondidos en la montaña para no sufrir la represión.

De acuerdo con González, los menores cuentan que por andar huyendo, sus papás no pueden trabajar en paz.

Campesinos de Santa Rosa dijeron el viernes a La Nación que si el conflicto político militar se complica muchos de sus familiares sufrirán consecuencias.

José Dolores Guzmán de 57 años, siendo apenas un adolescente fue perseguido en los cuando los guerrilleros contras se enfrentaron al sandinismo.

“Fueron meses de horror, de mucha violencia, de familias masacradas y otras que se dividieron por política. Yo no quiero que esa tragedia se repita. Tengo la esperanza que la violencia acabe pronto”, agregó el pequeño agricultor.

Guzmán dijo que la decisión de no pocos de sus coterráneos está plenamente justificada.

“Es una locura que Ortega esté pensando en enlistar en el Ejército a inocentes niños para usarlos como carne de cañón”, añadió.