Murciélagos y falta de agua recibieron a niños de Osa

El centro educativo es el más cercano para quienes habitan en Carate y deben cruzar un río para llegar al centro.

Pese a que los padres de familia del pueblo y la Asociación de Desarrollo de Corcovado han enviado cartas al Ministerio de Educación Pública (MEP), las promesas van y vienen, sin que se concreten las obras.

“Dicen y prometen, pero no hacen nada. Hemos enviado notas sin recibir respuesta. Es una tragedia y un martirio que nuestros hijos estudien en esas condiciones”, dijo Laura Santamaría, dirigente comunal de la zona y madre de dos niñas.

Sin respuesta. En una carta que enviaron al MEP, el pasado 28 de enero, reclamaban las malas condiciones en que los niños recibirían lecciones.

“La escuela, debido a la falta de mantenimiento y acción de vándalos, ha decaído en su estructura y facilidades, al punto que se está cayendo en pedazos, y se ha vuelto refugio de murciélagos que no dejan concentrarse a los niños. Los pupitres han ido desapareciendo, por degradación y por vandalismo”, expresó Lana Wedmore, presidenta de la Asociación de Desarrollo de Corcovado, en la nota que envió al MEP.

En el centro educativo no hay agua potable y la quebrada donde se lavaban los trastos del comedor escolar, se secó durante los primeros días de enero.

Los vecinos le pidieron al MEP una autorización temporal para que la maestra pueda impartir lecciones en la iglesia de Carate, sin recibir una respuesta a la fecha.

“Obtuvimos un terreno que fue donado por un propietario a la comunidad para cambiar la horrible situación de nuestros niños. Queremos construir una escuela en este lugar y necesitamos el aval del MEP lo antes posible”, dijo Wedmore.

Las zonas costeras y fronterizas son las que tienen peor acceso a Internet y a infraestructura educativa de calidad. El MEP tiene pendiente resolver 68 órdenes sanitarias graves.