El ministro de Educación, Edgar Mora, está convencido de que la curva o puntos adicionales que todos los años se otorgan para incrementar la promoción de las pruebas de bachillerato es una “medida de compensación de la mala calidad de la educación".
Mora pidió hacer un análisis estadístico para identificar cuántos alumnos necesitaban de la curva para pasar el bachillerato y cuál es la promoción real de las pruebas nacionales.
Ese análisis arrojó que, en 2016, sin ayuda de esa curva o compensación solo hubiera pasado el 38,26% (15.627) de los 40.591 estudiantes de que presentaron las pruebas.
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La tónica en el 2015 y 2017 fue la misma: sin esa ayuda adicional, en promedio, solo el 35,87% y el 38,98% de los alumnos, respectivamente, hubieran pasado todas las pruebas de bachillerato; o sea, solo 4 de cada 10 estudiantes aproximadamente se hubieran podido graduar en los tres años mencionados.
Los datos obtenidos los va a usar el ministro para defender ante el Consejo Superior de Educación, su propuesta de modificar las pruebas nacionales.
El ministro planteó, desde que ingresó al MEP, que su posición es que las pruebas nacionales sean “de certificación y diagnóstico; un requisito pero no un obstáculo para graduarse y obtener el título.
Este es un extracto de la entrevista con el funcionario
-¿Cómo sacaron el porcentaje de alumnos que sin la curva pasaron?
-El porcentaje de estudiantes que aprobaron sin curva corresponde a las personas que lograron la nota mínima (70) sin necesidad de los puntos otorgados por la curva.
-¿Cómo interpreta el MEP la poca cantidad de estudiantes que pasan sin la curva?
-Lo interpretamos como un problema gravísimo en la calidad de la educación, evidencia que el Ministerio de Educación Pública ha sido matriz de desigualdad social porque perpetúa las desventajas socioeconómicas del país.
"Por ejemplo, Juan y Pedro tienen igual capacidad cuando ingresan a primaria, pero Juan tiene unas condiciones, vamos a decir docentes preparados y comprometidos, infraestructura de calidad y apoyo familiar. En la otra acera, está Juan, quien no tiene esas condiciones. Sin duda, Juan va a tener que remar 50 veces más para llegar al mismo punto que Pedro, pero existe una alta probabilidad de que nunca llegue.
-¿Qué factores influyen en que tan pocos estudiantes pasen los exámenes (sin la curva)? ¿Se atribuye a la calidad de la educación o a la dificultad de la prueba?
-A la calidad de la educación. Las pruebas nacionales de bachillerato son pruebas de baja dificultad bajo estándares educativos aceptables. Además, responden a lo que los estudiantes debieron ver en clases.
“La curva técnicamente es una medida de compensación de la mala calidad, pero tiene un efecto político negativo porque ha disimulado la necesidad de ajustes en la educación pública y de la necesidad de crear equilibrios regionales”.
-Usted, desde que llegó, dijo que quería que el examen de bachillerato fuera de diagnóstico ¿Se tomarán en cuenta estos datos a la hora de que el jerarca presente su propuesta de modificación de bachillerato?
Sí, son fundamentales para esa decisión. Serán la línea base de lo que se quiere proponer.
-¿Cómo va la propuesta de modificación de bachillerato que iba a plantear? ¿Ha habido un avance?
-Hay avances importantes, se han discutido en el Consejo Superior de Educación algunos estudios importantes como el de la Universidad Nacional o la Universidad de Costa Rica, la discusión ha ido madurando y como ministro de Educación Pública aspiro a lograr acuerdos antes de que se inicie el próximo curso lectivo.