En la Escuela Otto Hübbe, de La Uruca, 36 de las 50 personas que laboran están en paro.
Entre los ausentes, se encuentran las tres trabajadoras del comedor estudiantil nombradas por el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Ante esto, un grupo de 14 maestras y personal administrativo se organizaron para que los 225 estudiantes que siguen recibiendo lecciones no se queden sin nada que comer.
La directora, Katherine Chanto, contó que las maestras llevan cereal que compran con dinero de ellas, para asegurarles un desayuno.
“Ellos (los alumnos) vienen de La Carpio y Bajo Los Ledezma, muchos vienen sin desayunar y no pueden estar con hambre en la institución”, relató Chanto.
Según dijo, aprovecharon que tenían una donación de 700 litros de leche de larga duración y por eso optaron por ofrecerles cereal a diario.
La directora también comentó que las mismas maestras deben ingeniárselas para el lavado de platos y entre estudiantes y guardas de seguridad apoyan con el aseo de la escuela, pues tampoco están trabajando los conserjes.
Ante la ausencia de más del 75% del personal docente, optaron por reacomodar la jornada.
“Como es población tan vulnerable no pueden estar aquí hasta tarde, entonces acomodamos los ocho grupos que están recibiendo lecciones en horario de 7 a. m. a 12:10 p. m.”, explicó.
Según Chanto, en ese centro no sufrieron el desperdicio de alimentos, pues no habían realizado aún los pedidos a los proveedores cuando inició la huelga.