Estudiantes de Música del Castella reciben clases en bodegas, oficinas y el comedor

Desde el 2017 dos pabellones de aulas fueron clausurados a causa de un deslizamiento

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Las lecciones de Música se convirtieron en un reto para muchos de los estudiantes del Conservatorio Castella, que desde hace casi dos años deben ingeniárselas para realizar sus prácticas hacinados o en espacios compartidos con alumnos de otras especialidades.

Las incomodidades en el único centro educativo con enfoque artístico en el país, iniciaron en setiembre del 2017, cuando un deslizamiento en los terrenos de la institución, colindante con el río Virilla, obligó a inhabilitar dos pabellones y el salón de ensayos del colegio.

Kathleen Callahan, quien forma parte de la junta administrativa de ese centro de estudio, contó que muchos profesores tienen que impartir lecciones en el teatro, el comedor, las oficinas o alguna bodega.

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Según explicó, esta situación no representaría mayor problema en cualquier institución, sin embargo, por tratarse de lecciones artísticas, estar hacinados significa tener en un mismo espacio, por ejemplo, a un alumno que recibe corno francés y al lado otro de saxofón y otro de guitarra, pues en este tipo de especialidades muchas de las clases son individuales.

“El hacinamiento afecta el desempeño de las lecciones, los profesores han sorteado el problema de espacio, se habilitó el comedor y el teatro, pero no es lo mejor, lo ideal es que tuvieran las aulas”, añadió.

Según dijo, como una medida temporal el Ministerio de Educación Pública (MEP) les asignó unas aulas portátiles que se encuentran en el Rosario de Naranjo.

Para esto, la junta debe realizar una contratación administrativa para desmantelarlas, transportarlas e instalarlas en el parque del conservatorio.

Andrea Obando, jefa de la Dirección de Infraestructura y Equipamiento Educativo (DIEE) del MEP, confirmó que a la junta se le depositaron ¢76 millones en junio del año pasado para ese fin.

No obstante, según Callahan, durante el 2018 la contratación de esa mano de obra sufrió una serie de atrasos debido a la destitución de varios miembros de la junta y fue hasta finales de octubre que la municipalidad de Heredia nombró una nueva junta.

“Desde el mes de noviembre estamos trabajando en conjunto con la DIEE para traer las aulas, en teoría eso resuelve temporalmente el asunto de espacio (...) Durante estos meses se ha estado trabajando en el cartel y en recibir y revisar ofertas, el viernes pasado se mandó el informe con la recomendación de adjudicación, falta que la junta lo revise y tome la decisión”, detalló.

Ese proceso, añadió, sufrió un atraso adicional este año por la renuncia de un miembro de la junta, lo que les impide sesionar.

La funcionaria del MEP añadió que, paralelamente, se trabaja en el análisis de ofertas para la compra de un terreno donde se construirían las nuevas instalaciones del Conservatorio.

“Tenemos más de 25 ofertas de terreno que revisar y el equipo se encuentra trabajando en esa revisión de los terrenos que aportó la junta para el edificio. Es la segunda vez que lo hacemos, porque la primera vez que se revisaron todos los que la junta mandó, al final decidió que no quería movilizarse a ninguno”, explicó Obando.

Según la información de la DIEE, las ofertas para la compra del terreno se abrieron hasta el 1.° de diciembre del 2018 y se espera que el equipo de compra de terrenos del departamento de desarrollo entregue el informe con las recomendaciones en setiembre de este año, pues cada una de las propiedades debe ser visitada y evaluada por un perito, para determinar si cumplen con las condiciones idóneas para levantar ahí un centro educativo.

En setiembre del 2017, la Comisión Nacional de Emergencias giró a la dirección del Conservatorio Castella una alerta ya que la zona verde de ese centro educativo está a unos 15 metros de una parte inestable, en la que ya hubo un desprendimiento de material.

Según informaron en esa ocasión, el deslizamiento surgió en un relleno que lleva más de 30 años de estar conformándose con escombros que fueron tirados en esa ladera donde las lluvias, así como el mal manejo de las aguas de escorrentía, produjeron la erosión, la infiltración y la alta saturación.

La Nación intentó conversar este martes con la directora del centro educativo, Ivannia Solís, pero indicó, mediante la dirección de comunicación del MEP, que no estaba interesada en brindar declaraciones a este medio.