La salida de Alberto Salom de la Rectoría de la Universidad Nacional (UNA) no es el único pedido de los representantes estudiantiles de esa casa de enseñanza.

Los alumnos claman por voluntad política por parte de las autoridades universitarias para cambiar el rumbo financiero de la institución educativa.

Un estudio actuarial elaborado por la Universidad alertó que para 2028 todos los recursos provenientes del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) se consumirán en salarios y pluses.

Desde hace un año, la Federación de Estudiantes de la UNA (FEUNA) impulsa una agenda de trabajo sobre esta problemática con diferentes instancias de la Universidad; sin embargo las acciones, según dicen, han sido insuficientes.

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“Se ha creado una comisión para revisar los temas, pero si podemos hablar de voluntades realmente no han existido. No es solamente decir que para 2028 ya no vamos a tener recursos (del FEES) sino asumir compromisos y no hemos visto las acciones necesarias”, señaló Yazmín Arroyo, secretaria general de la representación estudiantil.

En junio, el rector Alberto Salom presentó una acción de inconstitucionalidad contra un artículo de la convención colectiva que impide renegociar las condiciones si el sindicato no está de acuerdo.

“Era un paso que se tenía que dar. El sindicato evidentemente valoró como negativa la acción del rector, sin embargo, la comunidad universitaria se está dando cuenta que necesitamos revisar ciertas cosas de la estructura salarial que están comprometiendo la sostenibilidad financiera.

“Ojalá nos pudiéramos poner de acuerdo, dialogando y sin la necesidad de denunciar la convención colectiva, sobre las cláusulas que hay que revisar. Ese es el escenario óptimo para este momento de tensión que vive la Universidad”, afirmó Noel Cruz, presidente de Feuna.

De acuerdo con los representates de los estudiantes, algunos sectores de la comunidad estudiantil reducen su agenda a temas salariales y los interpretan como “ataques directos”; sin embargo, defienden que además de la sostenibilidad financiera de la institución impulsan al menos otros seis puntos.

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Entre ellos una mejora en la transparencia y la gestión de la institución de educación superior. También insisten en la necesidad de una mejora en la regionalización, proceso que tiene rezagos importantes, según los líderes estudiantiles.

Se incluye entre sus planteamientos la revisión de los planes de estudio de carreras actuales y de toda la oferta académica, con la idea de adecuarla a las necesidades y oportunidades del mercado laboral.

Mensaje para futuros rectores

Pese a que Alberto Salom dejará su cargo en la Rectoría en mayo próximo, cuando venza su nombramiento de cinco años, los estudiantes insisten en adelantar su salida.

De acuerdo con los estudiantes, Salom ha tenido poca capacidad para liderar la casa de enseñanza, además consideran que incumple los principios humanistas que representan a la UNA.

Para José Alfaro, representante de FEUNA ante el Consejo Académico, solicitar la renuncia de Salom es un mensaje de advertencia para quienes busquen ocupar ese puesto en los años siguientes.

“Esto también tiene un sentido simbólico, de que la Universidad se está pronunciando en contra de que alguien pueda salir a representarnos con declaraciones xenófobas, adultocéntricas e inclusive con meras especulaciones, como sucedió con la toma de Rectoría.

Este jueves, decanos de facultades de la Universidad Nacional se sumaron a la petitoria de renuncia de Salom “por pérdida de credibilidad”.

Empero, un día después, el Consejo Universitario declinó pronunciarse sobre el tema.

“La renuncia del rector daría paso a ese proceso de diálogo que requiere la Universidad, donde todos nos podamos poner de acuerdo para ver cuáles van a ser las grandes reformas de cara a las demandas y necesidades actuales que tiene esta institución”, señaló el presidente de Feuna.

La Federación de Estudiantes de la Universidad no es el mismo movimiento de alumnos que bloqueó y tomó el edificio de la Rectoría durante una semana.