El director de Posgrados de Odontología de la UCR, Ottón Fernández, se gestionó viajes a congresos con dinero de un proyecto universitario que él mismo coordinaba y cuya cuenta era manejada por Fundevi. Su esposa también viajó con estos fondos.
El dinero provenía de los $5.000 (¢2,7 millones) que la Universidad de Costa Rica (UCR) cobra a profesionales en Odontología que cursan una pasantía para aprender sobre Prostodoncia (prótesis dentales). Los dineros que se recaudan por este proyecto son administrados por la Fundación de la UCR para la Investigación (Fundevi), pero el encargado de ejecutarlos es Fernández.
Los viajes del director y de su esposa constan en el desglose de los gastos del proyecto, en el que a los pasantes se les pide el dinero para cubrir el uso de materiales, clínicas, asistente dental, y apoyo a investigación.
Según documentos de Fundevi, del 2009 al 2016, este plan logró recaudar ¢376 millones.
En el desglose de gastos de esta pasantía, hay un rubro denominado “Becas a Terceras Personas”, en el cual aparecen ocho transferencias hechas a Fernández que en total suman ¢5 millones. Con ese dinero, él viajó a congresos en Puerto Rico, Nicaragua, México y Orlando, Chicago y Boston, en Estados Unidos, entre el 2010 y el 2014.
El coordinador de la pasantía incluyó a su esposa, de apellido Alfaro, y quien es docente de la Facultad de Odontología de la UCR, como una de las colaboradoras en el proyecto, según el documento de inscripción de este facilitado por la Vicerrectoría de Acción Social.
El proyecto otorgó a Alfaro un apoyo de ¢800.000 para que participara en el “evento de actualización académica”, del grupo de investigación del Posgrado en Ciencias Farmacobiológicas de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma San Luis Potosí, en México.
Fernández, como coordinador, avaló a su esposa como colaboradora del proyecto, a pesar de que el Manual de Presupuestos para Programas y Proyectos de Vínculo Remunerado de Fundevi estipula: “No se contrata el servicio de profesionales que tengan parentesco directo hasta tercer grado de consanguinidad o afinidad con las personas a cargo de la coordinación o la dirección de la unidad operativa”.
La Nación intentó obtener la versión de Fernández y de Alfaro, pero Alice Pérez , vicerrectora de Investigación, contestó por ellos.
La funcionaria dijo que el proyecto permite, de conformidad con la normativa universitaria, otorgar becas a terceras personas. En el caso de Alfaro, añadió, ella solicitó el viaje a otras autoridades y no a su esposo.
Según Pérez, parte de los fondos de la pasantía se han usado para congresos, visitas por invitación a universidades o laboratorios, pero Fernández y Alfaro “no son las únicas personas en la toma de decisión y la asignación correspondiente”.
“(Han viajado) específicamente para acompañar a los pasantes a parte de su formación fuera del país. En todos los casos, las salidas del país de ambos académicos han contado con la autorización del Decanato de la Facultad de Odontología y de la Rectoría”, dijo la funcionaria.