Alumnos de escuela de Pital cumplen un mes sin recibir lecciones por clausura de edificio

En los últimos días reciben dos horas de clases en el templo; pronto serían trasladados a un salón comunal a ocho kilómetros del poblado de Cinco Esquinas

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Cuando los demás estudiantes del país comenzaron el tercer trimestre del curso lectivo, los casi 400 alumnos de la Escuela Clemente Marín, de Cuatro Esquinas de Pital, San Carlos, cumplieron un mes sin lecciones.

Desde el 12 de agosto, el centro educativo está cerrado en cumplimiento de una orden sanitaria del Ministerio de Salud, pues el edificio presentaba un gran deterioro.

Entre las deficiencias que presenta el edificio están en el sistema eléctrico, los servicios sanitarios y el comedor. Además, no cumplía con requerimientos de la ley 7600, que establece una serie de disposiciones para permitir el acceso y desplazamientos de personas con discapacidad, como podrían ser rampas o barras de apoyo.

Además, solo en el 2018, la escuela fue objeto de al menos ocho robos, cuyos responsables causaron daños al edificio.

Luego del cierre, los maestros se reúnen en el templo católico.

En los últimos días y aunque el lugar no tiene las condiciones para dar clases, también los alumnos han sido convocados para que reciban al menos dos horas de clases, de 8 a. m. a 10 a. m., y otros grupos de 11 a. m. a 1 p. m.

"Estamos muy preocupados, esperamos que el MEP haga algo para solucionar el problema, ya que los afectados son nuestros hijos", expresó William Umaña, padre de familia.

Jeanneth Contreras Rojas, una de las educadoras, aseguró que muy pronto se van a trasladar a unos 8 kilómetros, al salón comunal de El Encanto de Pital.

Ahí terminarían el curso lectivo e iniciarían el otro.

“Los niños van a viajar en bus, es la única posibilidad que hay de momento”, dijo Contreras.

Según la docente, la última información que recibieron por parte de las autoridades responsables, es que les van a construir unas aulas improvisadas en la plaza de Cuatro Esquinas, mientras construyen una escuela nueva.

"No queremos cosas a medias, que construyan de una vez la escuela y que no gasten dinero en aulas improvisadas que luego no se van a usar y deberán quitar", declaró Mariana Salazar, madre de familia.

La Escuela Clemente Marín cumplió 60 años de fundación y los vecinos consideran que darle mantenimiento resultaba muy difícil por la condición de edificio.