Mediante el uso de bases de datos, el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) logró identificar a 23.700 familias en pobreza, lideradas por jefas de hogar, que requerían ayuda en medio de la emergencia del coronavirus.
Se trata de familias que no están cubiertas por otros programas del Estado y que no han recibido otras ayudas del instituto que superen los ¢50.000.
La institución dispuso, entonces, de ¢2.370 millones para depositarles un subsidio de ¢100.000 a cada una.
Estos hogares son jefeados por mujeres a cargo de menores de edad, personas con alguna discapacidad o adultos mayores.
Las personas favorecidas no tuvieron que llenar un formulario, como en el Bono Proteger, sino que se les identificó a través de los sistemas de información social del IMAS y del Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios del Estado (Sinirube).
El Sinirube reúne información socioeconómica de 80% de la población y precisa los beneficios que recibe cada persona de parte del Estado, o si está en lista de espera. Es un sistema creado por ley.
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La mayoría de los beneficiarios de este subsidio extraordinario recibió también, en abril, un primer aporte de ¢125.000.
La idea es que este giro extraordinario, en junio, les ayude a cubrir sus necesidades básicas. A diferencia del Bono Proteger, que es entregado a personas con afectaciones laborales, este otro beneficio tiene como requisito vivir en situación de pobreza.
Uno de los requisitos esenciales es que sean mujeres a cargo del hogar.
La ayuda fue entregada a familias en todo el territorio nacional y los depósitos se terminaron de hacer el 19 de junio.
Quienes no contaban con cuenta bancaria, fueron bancarizadas en el Banco Nacional. A cada persona se le notificó en qué sucursal retirar su tarjeta.
Juan Luis Bermúdez, ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social destacó que “es obligación del país proteger primero a quienes son más vulnerables”.
Agregó que no todas las familias en condición de pobreza han podido acceder a beneficios del IMAS u otras instituciones.
Bermúdez comentó que, por ahora, no cuentan con más recursos para hablar de un depósito adicional para estas familias.
“De este punto en adelante, los recursos con que cuenta la institución son para sostener los programas ordinarios que, desde antes de la emergencia, venían atendiendo a un número aproximado de 260.000 familias”.