“Solo aplicando la Ley de Tránsito se pueden ordenar las calles del centro de San José”.
Así respondió la viceministra de Transportes, Silvia Bolaños, a la consulta de cómo lograr carriles exclusivos para buses en una a capital inundada de vehículos.
Bolaños expresó que echará mano de la Ley de Tránsito para castigar a los conductores que estacionan sus carros y camiones en zonas prohibidas.
Aunque la legislación ya sanciona esos malos hábitos, la multa no incluye, por ejemplo, el retiro de las placas al infractor.
La funcionaria indicó que esta semana se publicará un reglamento donde se solicita y permite que las autoridades de Tránsito quiten las placas a quienes ignoren la prohibición.
“Un solo vehículo estacionado donde no debe reduce cerca del 50% de la capacidad del carril. Eso se traduce en grandes presas. No puede pasar”, resaltó Bolaños.
Por su parte, Germán Marín, director de la Policía de Tránsito, dijo que si no hay una buena demarcación de las vías exclusivas, no se podrá hacer cumplir la ley.
“Tenemos ejemplos de ejemplos. Hay muchos lugares en el centro de San José donde la orilla de la carretera no está demarcada de amarillo y tampoco hay rótulos”, explicó Marín.
Piratas y porteadores. Alfredo Villalobos, presidente de la Cámara de Autobuseros (Canabus), recordó que la Ley de Tránsito tampoco se aplica a porteadores y piratas que convierten varios puntos de San José en terminales ilegales.
“Eso es lo primero que debe limpiar la Policía de Tránsito de las calles de San José. Este tipo de paradas son recurrentes y quitan espacio a los que sí brindan transporte público regulado”, añadió el empresario transportista.
Bolaños aseguró que además de la tarea de eliminar las paradas de piratas y porteadores, se prepara un plan para regular las que usan los taxistas formales.
El plan, aseguró la viceministra, tiene dos opciones. Una es mover los sitios de parqueo de taxis cerca de los bulevares y de las paradas finales de los autobuses.
La segunda es que los taxistas puedan usar las rutas exclusivas de buses, pero que estén en constante movimiento; es decir, sin tener puntos fijos para estacionarse a esperar clientes.
“Se debe acordar que la prioridad son los usuarios”, concluyó la viceministra Bolaños.