El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, aseguró que en Nicaragua se está gestando, a corto plazo, una dictadura.
Según el religioso, actualmente existen situaciones políticas en su país que parecen cumplir el mismo ciclo de los años setenta, cuando Nicaragua vivía bajo el régimen de los Somoza.
“En este momento no se puede hablar de una dictadura donde no hay libertad de expresión o donde el Gobierno ejerce violencia contra las personas. Pero sí vemos el germen de una dictadura creciendo en Nicaragua. Vemos como si se estuviera ya formando”, dijo a
El obispo visitó ayer Costa Rica en un viaje relámpago, para participar como expositor del Encuentro Ecuménico
La posición del obispo se enmarca dentro del clímax político que viven los nicaraguenses con motivo de las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
El actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se postula para la reelección, por 5 años más.
Según Báez, la falta de ética y moral en la política actual, así como el acaparamiento de medios de comunicación televisivos y radiales por parte del Gobierno, el irrespeto a la Constitución Política y el Estado de derecho, lo hacen vislumbrar un futuro político poco alentador.
“El actual gobierno, si continúa en el poder, debería purificar los proyectos sociales, eliminar privilegios a las personas afines al partido o gobierno, fortalecer las instituciones democráticas y reconstruir el Estado de derecho del país, donde el poder esté sujeto a la ley y no la ley en modo arbitrario en manos de una persona. Es el único modo de salvar la democracia en Nicaragua”, expresó.
“Existen posiciones a veces irreconciliables a nivel político. La Iglesia ha invitado a un diálogo, a una concertación, a un nuevo pacto social, pero nuestro llamado no es escuchado por el actual Gobierno”, explicó.
Ante ello se le consultó qué papel juega entonces el cardenal, Miguel Obando y Bravo (retirado), que abiertamente se integró a la campaña electoral del presidente Ortega.
“El cardenal es una personalidad brillante que ha pasado a la historia del país, su cercanía al Gobierno es una decisión de él. Él no pertenece a la Conferencia Episcopal, es emérito, no tiene una iglesia a su cargo, no tiene potestad jurídica ni pastoral en ninguna diócesis, es un obispo retirado”. Agregó que la Iglesia católica busca unir a los nicaraguenses.