Bruselas. AFP. La Unión Europea adoptó ayer una política muy restrictiva de movimientos migratorios, dictada en gran parte por la creciente influencia de partidos populistas, y que incluye la posibilidad de restablecer las fronteras nacionales en el espacio Schengen y la selección para otorgar el asilo.
“Esto no cuestiona el principio de la libertad de circulación” de los ciudadanos en Schengen, espacio sin fronteras en la UE, pero “permite controlar esta libertad de circulación”, aseguró el presidente francés, Nicolás Sarkozy.
“Se trata de mejorar Schengen, de hacerlo más adaptado a las exigencias de los ciudadanos”, subrayó, por su parte, el jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi.
Las medidas apuntan a dar a la UE una capacidad de reacción en crisis provocadas por la migración, declaró Laurent Wauquiez, ministro francés de Asuntos Europeos.
Punto polémico. El elemento más controversial de las medidas asumidas por dirigentes de la UE es la posibilidad de fijar controles en las fronteras nacionales de los países del espacio Schengen cuando un Estado sea incapaz de controlar su parte de frontera exterior. Bruselas detallará en una iniciativa legislativa en setiembre el funcionamiento de la cláusula,
Aun cuando Francia presiona, otros países dudan pues esta cláusula plantea el riesgo de cuestionar el principio de libre circulación.
La declaración común de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE insiste en el “carácter excepcional” de las medidas, condiciona su uso a “una situación muy crítica”, limita su duración y prevé una evaluación común de la conveniencia de su aplicación.
No obstante, la exigencia francesa suscita reticencias, ya que revela falta de confianza en Grecia, Italia, Bulgaria y Rumania y en su capacidad de asumir el control de las fronteras comunes de la UE con Turquía y la migración de países en el norte de África.
Cecilia Malmström, comisaria europea a cargo del asilo y las migraciones, cree preocupantes los dictados de partidos de extrema derecha y movimientos populistas en materia de seguridad.
“En este momento, la prioridad es la seguridad. Todos los demás problemas, como los derechos de los inmigrantes, la protección de los asilados y la solidaridad, están lejos de ser resueltos”, dijo Sergio Carrera, experto en migración.
Este punto de vista es alimentado por la posición de Sarkozy, quien rechazó todo pedido de Malmström relativos al asilo y protección internacional de refugiados. Malmström dijo, antes de la cumbre, que la UE no debe renunciar a sus valores de solidaridad y tolerancia.