Damasco. AP, AFP y EFE. Aviones turcos obligaron ayer a un avión sirio de pasajeros a aterrizar en el aeropuerto de Ankara, bajo la sospecha de que podría transportar armas, informó el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, en medio de tensiones crecientes entre este país y Siria, que alimentan el temor de que crezca el conflicto regional.
El avión, un Airbus A320 de Syrian Air procedente de Moscú, fue interceptado por aviones caza F16 luego de ingresar al espacio aéreo turco y fue escoltado al aeropuerto Esenboga de la capital.
“Hay reglas de la aviación civil. Los aviones están obligados a hacer declaraciones claras (con respecto a su carga)”, dijo desde Atenas el canciller turco, Ahmet Davutoglu, en una entrevista con la televisora turca TGRT.
“Se nos informó de que estaba llevando algunos equipos que violaban las normas de aviación civil”, continuó.
El director de la agencia turca para la aviación civil, Bilal Eksi, dijo que en el avión había 37 pasajeros y la tripulación.
Poco antes, las autoridades de aviación de Turquía habían emitido una orden rápida por la que prohíben, con efecto inmediato, a todos los aviones civiles turcos entrar en el espacio aéreo de Siria.
Davutoglu señaló que esta medida se había tomado porque sobrevolar Siria “ya no es seguro” para los aviones turcos.
El nuevo incidente ocurrió horas después que el jefe militar turco advirtió de que responderá con más fuerza a cualquier futuro bombardeo de Siria, con lo que mantuvo la presión sobre su vecino del sur un día después de que la OTAN se dijo lista para defender a Turquía.
El general Necdet Ozel pasó revista a las tropas que fueron puestas en estado de alerta a lo largo de la frontera de 910 kilómetros con Siria después de una semana de que el intercambio de artillería aumentó las tensiones entre los vecinos, detonando los temores de un conflicto regional mayor.
Combates internos. Entre tanto, los rebeldes sirios intentaban ayer cortar las líneas de comunicación del Ejército con Alepo, estratégica metrópolis del norte, mientras que las tropas regulares bombardeaban violentamente focos insurgentes en Homs y en su región, en el centro del país.
Tras perder la localidad de Maaret al Nooman, el Ejército envió tanques para intentar retomar esta ciudad situada en la autopista entre Damasco y Alepo, paso obligado para los refuerzos que se dirigen a la norteña ciudad sumida en combates desde julio. Las regiones rurales de los alrededores están bajo el control de los rebeldes.
Los enfrentamientos que continuaron todo el día en Idleb dejaron 37 muertos según un balance provisorio del OSDH. En todo el país, según esta organización, murieron 141 personas.