Londres. El británico Ali Harbi Ali, seguidor del grupo yihadista Estado Islámico (EI) que dijo actuar para evitar más “daño a los musulmanes”, fue declarado el lunes culpable de asesinato y preparación de actos terroristas., por apuñalar a muerte al diputado David Amess, en octubre del 2021.
Nacido y criado en Londres en el seno de una familia de origen Somalí, Ali, de 26 años, se había declarado inocente, pero durante el juicio afirmó haber atacado al político conservador inglés para evitar que causara “daño a los musulmanes”. “Esto envía un mensaje a sus compañeros”, agregó.
Esgrimiendo motivos religiosos, el lunes se negó a ponerse en pie cuando se leyó el veredicto, en presencia de la familia de Amess, acordado por el jurado tras solo 18 minutos de deliberación. Su condena se conocerá en una vista fijada para el miércoles. El hombre, quien se definió como simpatizante del EI y dijo actuar solo, aseguró que no tenía remordimientos por haber matado al diputado que había votado a favor de bombardear Siria en 2014.
Amess, diputado de 69 años del Partido Conservador de Boris Johnson, férreo defensor del Brexit y ferviente católico con cinco hijos, fue apuñalado más de 20 veces el 15 de octubre pasado, mientras se reunía con sus electores en una iglesia metodista de Leigh-on-Sea, unos 60 kilómetros al este de Londres.
Ali, quien según los medios británicos había seguido un programa contra la radicalización, fue detenido en el lugar de los hechos donde se sentó a esperar la llegada de los agentes. Los servicios de seguridad británicos no lo consideraban una persona de riesgo.
‘Autoradicalizado en Internet’
Hijo de un exconsejero del primer ministro somalí, el acusado “se había autoradicalizado en internet” en 2014, aseguró uno de sus amigos. Dejó la universidad, abandonando sus planes de convertirse en médico, y consideró ir a luchar a Siria antes de decidir atentar en suelo británico. La policía precisó que no buscaba a nadie más en relación con este ataque.
El asesinato de Amess conmocionó al Reino Unido, aún marcado por la muerte en plena calle de la diputada laborista proeuropea Jo Cox, de 41 años, en junio del 2016, a manos de un simpatizante neonazi a una semana del referéndum sobre el Brexit.
Su muerte suscitó llamados a reforzar la seguridad de los parlamentarios por un lado y preocupación por el otro. ante el riesgo de que un incremento de la protección significase restricciones en la tradición de los diputados británicos de reunirse semanalemente con sus electores.
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“Cuando murió estaba haciendo lo que creía firmemente que era la parte más importante del trabajo de cualquier diputado: ofrecer ayuda a los necesitados”, había dicho el primer ministro Boris Johnson durante un homenaje, en octubre.
Elegido por primera vez en 1983, Amess era “firme en sus convicciones, pero siempre respetuoso con los que pensaban diferente (...) apreciaremos su memoria, celebraremos su legado y nunca permitiremos que aquellos que cometen actos de maldad triunfen sobre la democracia”, agregó el gobernante.
Describiéndolo como un “hombre de paz”, la famlia de la víctima llamó a “dejar de lado el odio y trabajar por la unidad”. “Cualquiera que sea su raza, sus creencias religiosas o políticas, sean tolerantes y traten de comprender”, agregaron.