Kiev. AFP Al menos 18 civiles murieron este domingo en sangrientos enfrentamientos en el este de Ucrania entre tropas regulares y separatistas prorrusos, lo que provocó la cancelación de un viaje relámpago a Río de Janeiro del presidente Petro Poroshenko, que aspiraba a entrevistarse con su homólogo ruso Vladimir Putin.
En Río de Janeiro, donde Putin asistió a la final del Mundial de Fútbol entre Alemania y Argentina, el presidente ruso se entrevistó con la canciller alemana, Ángela Merkel, con quien coincidió que la situación en Ucrania se deteriora.
Putin y Merkel abogaron por reanudar “urgentemente” las negociaciones directas entre el Gobierno y los separatistas prorrusos en Ucrania, según indicaron por separado los portavoces del Kremlin y del Gobierno alemán.
En un encuentro de hora y cuarto consagrado por completo a la situación en Ucrania, “Putin y Merkel llevaron a cabo un diálogo constructivo, en profundidad y discutieron detalladamente las opciones posibles para solucionar la situación en Ucrania”, que “tiende a deteriorarse”, indicó el portavoz ruso Dimitri Peskov, citado por la agencia Ria Novosti.
Ambos dirigentes destacaron la “necesidad de reanudar urgentemente el grupo de contacto sobre Ucrania, posiblemente en un formato de videoconferencia”, añadió Peskov.
Por su parte, el portavoz del Gobierno alemán calificó de seria la situación en el este del país, donde han muerto 18 personas, y enfatizó que tanto Putin como Merkel abogaban por negociaciones directas entre Kiev y los rebeldes.
Medidas. Entre las medidas propuestas para salir del conflicto, ambos portavoces destacaron la declaración de un alto el fuego y el intercambio de prisioneros, así como retomar las actividades de vigilancia, según Moscú. Berlín se inclina por el control de las fronteras entre Rusia y Ucrania.
La explosiva situación en Ucrania, al este de la Unión Europea, se ha cobrado ya la vida de 550 personas en tres meses de conflicto.
Por otro lado, un grave incidente fronterizo este domingo podría empeorar aún más las ya tensas relaciones entre Kiev y Moscú.
Rusia advirtió a Ucrania de que puede haber “consecuencias irreversibles” después de que un hombre muriera en una ciudad fronteriza rusa por un obús procedente de Ucrania.
“Rusia ve esta provocación como una nueva agresión de Ucrania al territorio soberano de Rusia y a los ciudadanos rusos”, indicó en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“El incidente refleja una escalada de tensión extremadamente peligrosa en la frontera entre Rusia y Ucrania, y puede tener consecuencias irreversibles, de las que Ucrania será responsable”, añadió el texto.
Kiev desmintió poco después haber efectuado ese disparo.
“Las fuerzas ucranianas no efectúan disparos contra el territorio de la Federación Rusa. No hemos disparado”, dijo un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa, Andrei Lisenko.
Al menos 14 soldados murieron en las últimas 24 horas en Donetsk y Marinka, dos localidades controladas por los rebeldes, informaron el domingo los servicios médicos de la región .
Otros seis habitantes murieron en Lugansk, otro feudo de los insurgentes, según la Alcaldía.
El Ejército, que tiene cercado Donetsk, llegó esta semana a una distancia de 20 km de la ciudad, y asegura haber infligido “duras pérdidas” a los insurgentes, mediante bombardeos aéreos tanto en esta localidad como en Lugansk.