Moscú. AP. El candidato de la oposición rusa , Alexéi Navalni, exhortó ayer a una multitud de seguidores a mantener viva la desobediencia civil, luego que las autoridades dijeron que no obtuvo los suficientes votos para ir a una segunda vuelta electoral por la Alcaldía de Moscú .
Navalni, con un sorpresivo apoyo que lo llevó a un sólido segundo lugar de las preferencias, dijo que las elecciones fueron una victoria que abrió la genuina competencia entre partidos políticos en Rusia.
Denunció que los resultados fueron manipulados, a fin de que el candidato del Kremlin pudiera obtener la mínima mayoría necesaria para evitar ronda de comicios. El principal grupo de escrutinio de votos en Rusia también expresó sus dudas sobre el resultado oficial.
Sin embargo, en lugar de llamar a protestas masivas, como las que encabezó tras las elecciones parlamentarias del 2011, Navalni solicitó a sus seguidores a mantener vivo el activismo político que lo llevó a obtener el 27% de los sufragios.
Recontar sufragios. Horas antes, exigió un recuento de los votos.
La Comisión Electoral de Moscú informó el lunes de que el exsecretario del Kremlin Serguéi Sobyanin obtuvo apenas poco más del 51% de los votos, mientras que Navalni recibió el 27% y quedó segundo, un sólido resultado para un líder de oposición en Rusia.
“No reconocemos estas elecciones”, declaró Navalni a los reporteros. “Sobyanin no puede considerarse alcalde de todos los moscovitas, no puede considerarse un alcalde legalmente elegido a no ser que acceda a nuestras demandas y permita el recuento de los votos”.
Si Sobyanin, de 55 años, hubiera ganado con menos del 50%, habría tenido que encarar una segunda ronda con Navalni, de 37 años, quien adquirió popularidad en los últimos años con su campaña contra la corrupción.
La elección fue atentamente seguida en todo el mundo ante las preocupaciones sobre el proceso democrático en Rusia y l a reciente condena de Navalni por fraude , acusación que –asegura– tiene motivaciones políticas.
Sobyanin, designado alcalde de Moscú en 2010, manifestó a agencias noticiosas que la capital rusa había “pasado la prueba de unas elecciones libres y justas”.