Berlín. AFP. La canciller alemana, Ángela Merkel, ha adoptado una línea inflexible en las negociaciones para salvar a Grecia, al punto de arriesgarse a que el país salga de la zona euro, lo que firmaría también su propio fracaso, según analistas.
Durante la cumbre europea de Bruselas del martes, el Grexit (salida de Grecia de la zona euro ) quedó como una opción plausible en la mesa. Solo el gobierno griego de Alexis Tsipras parece poder evitarlo cediendo a las exigencias de reformas de sus acreedores (Unión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).
Tras el rotundo rechazo de los griegos, en el referendo del domingo, a las propuestas de los acreedores, la canciller alemana cerró la puerta a cualquier negociación sobre una reestructuración de la deuda griega, principal reivindicación de Tsipras a cambio de reformas. Pero la apuesta es arriesgada.
“El mantenimiento de Grecia en la zona euro es un elemento central de su política de crisis de los últimos cinco años”, recuerda Julian Rappold, del Instituto Alemán de Política Exterior (DGAP) en Berlín.
“Una salida de Grecia de la zona euro significaría un fracaso de la política llevada a cabo hasta ahora” y la canciller “entraría en la historia como la que expulsó a Grecia”, subraya.
Las consecuencias de esta eventualidad son difícilmente previsibles. Berlín considera que el riesgo de un efecto dominó en los otros países europeos del euro es bajo, mas corre el riesgo de dañar su relación con aliados como Francia y Estados Unidos que presionan para evitar este “escenario negro”.
“Alemania pagaría un alto precio político; un Grexit sería visto como un fracaso de la política alemana”, afirma el presidente del instituto económico DIW, Marcel Fratzscher.
“Si el euro fracasa, Europa fracasa”, repitió Merkel por mucho tiempo. Ahora, medios adoptaron el eslogan contrario: “Si el euro fracasa, Merkel fracasa”.
El semanario ‘Der Spiegel’ llevaba en portada esta semana un fotomontaje de la canciller sentada en las ruinas de las columnas griegas. “Ahora se encuentra ante las ruinas de su política europea”, dice el semanario, a menudo mordaz con Merkel, a la que reprocha que haya prolongado la crisis griega durante años, sin decidirse por una solución duradera: salida del euro o reestructuración de la deuda.