París. El único sobreviviente de la célula de la organización Estado Islámico (EI) que mató a 130 personas en los atentados de París del 2015, no apeló su condena a cadena perpetua incondicional, al igual que los otros 19 hombres juzgados a su lado, indicó este martes la fiscalía francesa.
“Ninguno de los veinte acusados introdujo una apelación”, declaró a la AFP el fiscal general de París, Rémy Heitz. La decisión del tribunal que los juzgó “ha tomado entonces hoy un carácter definitivo y no tendrá juicio en apelación”, agregó.
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Salah Abdeslam, un francés de origen marroquí de 32 años, fue capturado por la Policía cuatro meses después de los ataques del 15 de noviembre del 2015, los más sangrientos en Francia desde la Segunda Guerra Mundial.
Tras diez meses de juicio, fue condenado el 29 de junio a cadena perpetua sin libertad condicional, la mayor pena posible según la ley francesa y aplicada antes únicamente en cuatro ocasiones desde que entró en vigor en 1994.
Los otros 19 acusados por su papel en los ataques en la sala de conciertos Bataclan, las terrazas de varios bares de París y en las afueras del Stade de France en la vecina Saint-Denis, recibieron penas que van de dos años de cárcel a prisión perpetua. El plazo de apelación, de diez días, expiró el lunes a medianoche.
Resignado
Los abogados de Abdeslam indicaron este martes que “por razones que le son propias”, su cliente “renunció a introducir una apelación”. “Esto no significa que adhiera al veredicto y a la pena de cadena perpetua incondicional que de él resulta, sino que se resigna a ella”, informaron los letrados Olivia Ronen y Martin Vettes en un comunicado.
Durante el proceso, la defensa de Abdeslam aseguró que su cliente renunció a hacerse explotar la noche del ataque. “No soy un asesino y si me condenan por asesinatos, cometerían una injusticia”, dijo ante el tribunal el único atacante que escapó con vida a los atentados, que pidió “disculpas” a los supervivientes y a los familiares de las víctimas.
Abdeslam reconoció que acompañó hasta las puertas del Stade de France a los atacantes suicidas, pero en cambio no estuvo ni en las terrazas, donde estalló su hermano Brahim, ni en el Bataclan. Pero para la Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT), el principal acusado, detenido en Bélgica el 18 de marzo de 2016 cuatro días antes de los atentados de Bruselas, sí intentó activar su cinturón de explosivos.
Los cinco magistrados del tribunal de París que lo juzgaron, consideraron que su cinturón de explosivos era “defectuoso”, cuestionando así “seriamente” sus declaraciones sobre un eventual “desistimiento”.
De los 20 acusados, solo 14 estuvieron presentes durante el juicio. Seis fueron juzgados en rebeldía, entre ellos cinco altos mandos del grupo yihadista. Los atentados de 2015 se produjeron en un contexto de ataques en Europa, cuando una coalición internacional luchaba contra el Estado Islámico en Siria e Irak. Miles de sirios llegaban a su vez a suelo europeo huyendo de la guerra en su país.
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