GRABOVE, Ucrania. AFP. Ucrania y Malasia acusaron ayer a los rebeldes prorrusos de haber alterado las pruebas en el lugar donde se estrelló el avión malasio en el este ucraniano , lo que puede falsear la investigación sobre la causa de la caída del aparato.
Unas 48 horas después de la caída del avión que volaba entre Ámsterdam y Kuala Lumpur con 298 personas a bordo, muy probablemente derribado por un misil , los separatistas, que controlan el territorio, impedían el acceso al sitio a los inspectores internacionales y también a las autoridades ucranianas.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, expuso a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, la “profunda preocupación” de Washington y llamó a Moscú a tomar medidas para “reducir las tensiones en Ucrania”.
“Estados Unidos sigue muy preocupado por el hecho de que, por segunda jornada consecutiva, se ha negado un acceso adecuado de los investigadores internacionales y de la OSCE al sitio del accidente”, destacó el Departamento de Estado sobre el diálogo telefónico entre ambos.
La jefa del Gobierno alemán, Ángela Merkel, y el presidente ruso, Valdimir Putin, “se han puesto de acuerdo para que una comisión internacional e independiente, bajo la dirección de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) , pueda tener rápidamente acceso al lugar del accidente (...) para esclarecer las circunstancias de la caída y recoger a las víctimas”, dijo el Gobierno germano en un comunicado.
Pero el ministro de Transporte malasio, Liow Tiong Lai, quien ayer viajaba a Ucrania, alertó que “la integridad del sitio está comprometida”.
¿Escena alterada? Declaró: “Hay informaciones que muestran que pruebas vitales no se han mantenido en el lugar. Las interferencias en la zona pueden falsear la investigación.
”No impedir tales interferencias es una traición a las vidas que se han perdido”, añadió en una conferencia de prensa “Lo más importante ahora es averiguar quién derribó el avión. Pedimos justicia”, manifestó.
Casi al mismo tiempo, el Gobierno ucraniano acusó a los rebeldes del este del país, sospechosos de haber derribado el vuelo MH17, de “intentar destruir, con el apoyo de Rusia, las pruebas de este crimen internacional”.
De ser así, esto dificultará el trabajo de los primeros equipos de investigación extranjeros, holandeses y malasios, que han llegado al este de Ucrania donde se estrelló la nave, el jueves por la tarde.
El vuelo MH17 de la compañía Malaysia Airlines que viajaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur cayó por razones que todavía no se han esclarecido, aunque todo apunta a que fue derribado por un misil. Murieron sus 298 ocupantes (283 pasajeros y 15 tripulantes).
Acusaciones. El Gobierno de Ucrania sostuvo en una declaración oficial que “los terroristas (como llama a los insurgentes) han transportado 38 cadáveres de víctimas a la morgue de Donetsk, donde especialistas con un marcado acento ruso han declarado que les practicarían la autopsia”.
También pidió a Rusia que “repliegue a sus terroristas y permita a los expertos ucranianos e internacionales hacer un examen de todos los aspectos de la tragedia”.
Moscú, por su parte, exigió el sábado a Kiev otorgar a los expertos internacionales acceso a los documentos de su arsenal de misiles aire-aire y tierra-aire. El viernes, el Ministerio ruso de Defensa, afirmó que los sistemas de misiles Buk del Ejército ucraniano, el tipo de armamento sospechoso de haber derribado al Boeing 777 malasio, estaban activos el día de la catástrofe.