Londres. AP. Julian Assange vive en un edificio exclusivo en uno de los distritos más elegantes de Londres, pero no tiene posibilidades de arrellanarse en el lujo.
El alguna vez trotamundos y especialista en informática, de 41 años de edad, ha pasado casi dos meses en la Embajada de Ecuador de Londres, que se compone de un apartamento en la planta baja, con unas 10 habitaciones en total, dentro de un imponente conjunto de apartamentos de ladrillo rojo.
La legación no tiene dormitorios ni otro espacio para alojar a huéspedes. Las personas que han visitado a Assange dicen que vive en una oficina que ha sido habilitada con una cama, teléfono y conexión a Internet.
También se instaló una ducha y la Embajada tiene una cocinita. Assange también ha recibido entregas de pizza y otros alimentos.
Una caminadora mecánica permite realizar ejercicio físico y una lámpara solar ofrece la posibilidad de compensar la falta de luz solar.
La madre de Assange, Christine, ha dicho que los amigos que lo visitan ponen música y lo invitan a bailar.
Sin embargo, Christine también ha expresado inquietud por la salud de su hijo. El mes pasado dijo que Julian padecía un estrés grave, debido a las varias semanas de confinamiento y a los más de 18 meses de batallas legales en medio de las rigurosas condiciones de la libertad condicional en Gran Bretaña.