Women sing, dance and protest at the scene where 34 people died after police opened fire on striking mineworkers in Marikana on August 17, 2012. The workers at the Marikana mine were on a week-long wildcat strike demanding a tripling of their wages from the current 4,000 rand ($486, 400 euros) a month. South African police insisted today they only fired in self-defence in a clash with striking mineworkers in which 34 people died, the deadliest protest since the end of apartheid. AFP PHOTO/STR (-)
Zuma informó de la medida durante una rueda de prensa a escasa distancia del lugar donde ocurrió la masacre, la localidad de Marikana, a unos 100 km. de Johanesburgo.
“No sabemos de dónde procede esta violencia, pero está claro que es un asunto muy serio. Por esta razón, abriremos una comisión de investigación”, afirmó Zuma en el centro de conferencias de Lonmin Platinum, la empresa propietaria de la mina en la que tuvieron lugar las protestas de los mineros.
Zuma, quien anuló su participación en la cumbre que actualmente celebra la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC) en Maputo para trasladarse urgentemente a Marikana, calificó la situación de “estremecedora”, y aseguró compartir el dolor de las familias de los que han perdido la vida durante las protestas.
La Policía arguyó que actuó en legítima defensa. “El grupo de militantes cargó contra la Policía, disparando y blandiendo armas peligrosas”, sostuvo la jefa policial, Riah Phiyega, al dar cuenta de los enfrentamientos.
Insistió en que “la Policía se replegó sistemáticamente y se vio forzada a recurrir a la fuerza máxima para defenderse. El balance es de 34 muertos y más de 78 heridos”, así como de 259 detenidos.
El movimiento, considerado ilegal, se inició con una reivindicación de un grupo de mineros que exigía triplicar su salario, actualmente de 4.000 rands mensuales (486 dólares, 400 euros).
Es el peor incidente de ese tipo desde el fin del régimen segregacionista del