Anapa, Rusia. AFP. El gigante del gas ruso Gazprom lanzó ayer, en presencia del presidente Vladimir Putin, las obras de construcción del gasoducto South Stream, destinado a suministrar gas ruso a la Unión Europea, a través del mar Negro, y evitando pasar por suelo ucraniano.
Tras un discurso de Putin, obreros procedieron a la soldadura de un tubo en un acto cerca de la ciudad de Anapa, punto de partida de este gasoducto de 2.380 km de largo, cuya puesta en servicio está prevista a finales de 2015.
“Es un acontecimiento importante no solo para el mercado de energía ruso, sino también para el de Europa entera”, dijo el presidente ruso.
“Junto a Nord Stream (equivalente nórdico del gasoducto en el Báltico), South Stream creará las condiciones para entregas fiables y sin condiciones de gas ruso a consumidores europeos en el sur de Europa”, agregó Putin.
El proyecto, valorado en 16.500 millones de euros, permitirá a Rusia entregar 63.000 millones de metros cúbicos de gas por año a Europa, un 10% del consumo previsto de la Unión Europea en el 2020, según las proyecciones de la Agencia internacional de Energía (AIE).
El trazado, que sale del fondo del mar Negro y pasa luego por Bulgaria, Serbia, Hungría, Eslovenia e Italia, evita cuidadosamente pasar por Ucrania, hasta ahora, el principal país de tránsito del gas ruso.
Pugna política. Las reiteradas disputas entre Moscú y Kiev sobre el precio de gas , que han interrumpido varias veces el suministro a Europa en pleno invierno, empujaron a Gazprom –aliado de varias empresas eléctricas europeas– a buscar otras vías de suministro.
Así, la parte submarina del gasoducto está asegurada por un consorcio en el que participan Gazprom (50%), el italiano Eni (20%), el francés EDF (15%) y el alemán Wintershall (15%), filial de BASF.
En el norte, el gigante público ruso ya abrió los grifos del Nord Stream entre Rusia y Alemania, vía mar Báltico. Lanzado en noviembre del 2011, ese gasoducto de 1.220 km llega a una capacidad de 55.000 millones de metros cúbicos (m³) al año.
Sin embargo el futuro gasoducto hacia Europa llega en un mal momento para Gazprom en el mercado europeo. La crisis económica hizo caer el consumo europeo casi el 11%, según la AIE, que cree que esa tendencia se mantendrá este año.
La AIE, representante de intereses de países consumidores, estima que la demanda solo recuperará sus niveles del 2010 a finales de esta década. La directora de la AIE, María van der Hoeven, dijo confiar en las perspectivas de crecimiento a largo plazo de la demanda europea, que, según ella, pasará de 340.000 millones de m³ por año actualmente, a 500.000 millones en 2035.