Tegucigalpa. (AFP). Los dos funcionarios encargados de la depuración de la policía de Honduras, infiltrada por el crimen organizado, renunciaron este viernes a sus cargos, fuertemente criticados por la lentitud e ineficacia del proceso, anunció el gobierno.
El director y subdirector de la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP), Eduardo Villanueva y Mario Chinchilla, presentaron su dimisión “irrevocable”, aprobada por el presidente de Honduras, Porfirio Lobo.
“La presidencia de la República ha aceptado las renuncias irrevocables”, anotó un comunicado, el cual precisó que los funcionarios “estarán al frente de la Dirección” hasta que el presidente Lobo “nombre en propiedad a los sustitutos”.
Porfirio Lobo había nombrado hace un año a Villanueva y Chinchilla para que emprendieran la “depuración” de la policía, luego que la fiscalía descubriera que sedes enteras de la institución –integrada por 14.500 agentes– tenían vínculos con narcotraficantes, sicarios, secuestradores, robos de carros, extorsiones y otros delitos del crimen organizado.
Los miembros de la DIECP fueron cuestionados por la lentitud del proceso y hace dos semanas debieron rendir cuentas ante el Congreso, donde admitieron que solo siete policías han salido de la institución.
Villanueva reconoció, en declaraciones a medios locales, que presentó su renuncia a Lobo el 24 de abril, debido a que el gobierno desaprobó su gestión, lo cual “provocaba incertidumbre” en el personal de la DIECP.
Lobo anunció la semana pasada que el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, será reemplazado y pasará a ser su secretario privado a partir del 1°. de mayo.
En lugar de Bonilla fue nombrado el actual canciller Arturo Corrales, quien coordinará a los ministros de Defensa, Seguridad, Interior y Derechos Humanos en la definición de un plan de seguridad.
Asimismo, el Congreso nombró una junta ad-hoc integrada por cuatro juristas y un suplente que reemplazó por 60 días al fiscal general Luis Rubí y al adjunto Roy Urtecho, con el fin de investigar la “inoperancia” de la fiscalía y que presenten recomendaciones.
Con los cambios, Lobo, que entregará el poder el 27 de enero del 2014 al que gane las elecciones del 24 de noviembre próximo, pretende revertir los pésimos índices de seguridad.
Los cambios ordenados por Lobo y la intervención del Congreso en la fiscalía se dieron después de que el Legislativo hiciera comparecer a Villanueva, Bonilla, Rubí y otros funcionarios para explicar la ineficiencia en el combate de la criminalidad y en la depuración de la policía.
Honduras afronta una alarmante delincuencia que la ubica en el primer lugar en homicidios del mundo, 85,5 por cada 100.000 habitantes, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional. El promedio mundial es de 8,8.
Ante el auge de la violencia criminal, el presidente hondureño sumó unos 2.000 militares a los países en el combate a la criminalidad, una medida criticada por organismos de derechos humanos.