Damasco. AFP. Las fuerzas de seguridad sirias mataron ayer a al menos 11 personas cerca de Damasco, mientras jóvenes opositores se reunían en Turquía para intentar coordinar mejor la movilización contra el régimen del presidente Bashar al Asad.
Las 11 personas, entre ellas un niño de siete años, fallecieron en la ciudad de Kanaker, cerca de Damasco, indicó un grupo sirio de defensa de derechos humanos.
“Las fuerzas de seguridad allanaron casas ayer en la madrugada en Kanaker. En esta operación, once personas fueron ultimadas y más de 250 detenidas”, afirmó Ama Curabi, líder de la Organización Nacional de Derechos Humanos.
La operación en Kanaker, ciudad de 25.000 habitantes, fue “efectuada con el apoyo de una excavadora y de tanques del Ejército”, indicó Curabi, precisando que “al menos 11 vehículos transportaron a las personas detenidas”.
Curabi cree que la operación en Kanaker es un acto de venganza, pues los habitantes participaron en el envío de víveres a la ciudad de Deraa, asediada por el Ejército que corto el suministro de agua, electricidad e Internet.
En abril, el presidente sirio levantó el estado de emergencia vigente hace casi 50 años, pero, según los militantes opositores, esta medida no ha hecho cesar en nada la represión de la movilización opositora iniciada a mediados de marzo.
Mientras, ayer se realizó en Estambul una reunión de 200 jóvenes opositores sirios de todo el mundo, con el fin de mejorar la coordinación entre los movimientos opositores y formar a los militantes.
Yamal al Wadi, vocero del comité revolucionario de Deraa, espera que el encuentro reduzca la brecha entre los militantes que viven en Siria y los del exterior.