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El presidente francés François Hollande (izq.) y su similar ruso, Vladimir Putin, en una reunión bilateral, hoy, en Lough Erne, Irlanda del Norte. El tema del conflicto en Siria dominará la cumbre del G8 que arranca hoy. Uno de los aspectos a discutir es el hecho de que los líderes occidentales están presionando cada vez más a Rusia para que se aleje de su posición de apoyo al régimen del presidente sirio Bashar al-Asad. | AFP (IAN LANGSDON/POOL)
Berlín (AFP). El presidente sirio, Bashar al-Asad, aseguró en una entrevista a un diario alemán que se publicará mañana martes que Europa pagaría muy caro un posible suministro de armas a los rebeldes sirios.
“Si los europeos suministran armas, el patio trasero de Europa será (terreno fértil) para el terrorismo y Europa lo pagará muy caro”, declaró el dirigente sirio en una entrevista con el Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), según un extracto difundido hoy lunes.
La consecuencia de facilitar armas sería exportar el terrorismo a Europa, según Asad. “Vendrán terroristas (a Europa) con una experiencia de combate y una ideología extremista”, aseguró el líder sirio, mientras en Irlanda del Norte comenzaba hoy lunes una cumbre del G8 dedicada en primer lugar al conflicto sirio.
Por otro lado, Asad niega que el ejército sirio haya utilizado armas químicas contra los rebeldes, como afirman varios países occidentales.
“Si París, Londres y Washington tuvieran una sola prueba de sus alegatos, las habrían presentado abiertamente”, estima.
La Casa Blanca endureció su posición frente al régimen sirio la semana pasada acusándolo por primera vez de haber recurrido a armas químicas, principalmente al gas sarín, en su guerra contra los rebeldes.
El viceministro sirio de Relaciones Exteriores, Faisal Meqdad, también declaró hoy lunes que querer armar a los rebeldes es “llamar a la muerte”.
