Syrian refugees watch the border from Oncupinar Refugee Camp on April 9, 2012 in Kilis. Two other Syrians and Turkish translator were wounded near a refugee camp in the same area when shots were fired from Syria, as border tension escalated ahead of a visit by top international mediator Kofi Annan. "There are too many wounded, we brought only as many as we could," said one of the people from the group that carried the wounded into Turkey. AFP PHOTO/IHLAS NEWS AGENCY/TURKEY OUT (IHA)
Si anteayer las autoridades sirias exigieron “garantías escritas” de que los grupos armados de la oposición iban a cesar la violencia, ayer el Ejército Libre Sirio (ELS, rebelde) fue el que condicionó el cumplimiento del alto el fuego a que Damasco respete el plan del enviado internacional Kofi Annan.
El plan de salida de la crisis presentado por el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan , que Damasco aceptó el 2 de abril y que fue aprobado por las Naciones Unidas el jueves, prevé que el Ejército sirio se retire de las ciudades hoy en la mañana para permitir un cese total de las hostilidades 48 horas después.
El “número dos” del ELS, Malek Kurdi, aseguró que “las negociaciones no valen con el régimen y es inútil buscar una solución política” para la crisis siria.
“Si detienen los disparos, nosotros los detendremos, pero no vamos a presentar garantías por escrito porque el régimen es quien tiene la mayor fuerza militar, mientras que nosotros disponemos de armas humildes y nuestra política es defender al pueblo”, dijo.
Para el Gobierno de Estados Unidos, no existe “ninguna señal hasta el momento” de que el régimen del presidente sirio, Bashar al-Asad, respete sus compromisos con miras a un cese del fuego, a pocas horas de la fecha límite fijada por la ONU.
“Ciertamente, no hemos visto ninguna señal hasta el momento de que el régimen de Asad respete sus compromisos”, dijo el portavoz del presidente Barack Obama, Jay Carney, durante un encuentro con la prensa.
El plazo para echar a andar el plan de paz parece difícil de cumplir cuando los ataques de las fuerzas leales al régimen de Bachar al-Asad causaron ayer más de 150 muertos, la mayoría en las provincias de Homs y Hama, en el centro, y Alepo, en el norte.
El bastión opositor de Homs fue bombardeado con proyectiles de mortero, que castigaron con especial dureza a los barrios de Kusur, al-Jalidia y Yuret al-Sheyah, entre otros.
Según los activistas opositores, numerosos cuerpos yacían bajo los escombros de los edificios y decenas de heridos fueron detenidos por fuerzas de seguridad.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, recordó ayer a Damasco que debe respetar “sin condiciones” el plazo acordado con el enviado especial, Kofi Annan.
El conflicto interno en Siria, que ya cumplió un año, ha causado más de 9.000 fallecidos, según cifras suministradas por las Naciones Unidas.