Trump ahora defiende el uso de la mascarilla en EE. UU. como gesto ‘patriótico'

Presidente estadounidense se negó durante meses a apoyar el uso del tapabocas

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Washington. Donald Trump cambió su discurso este lunes tras ser acusado de negar la crisis sanitaria en Estados Unidos, defendiendo ahora el uso del tapabocas como un gesto “patriótico” en vísperas de que la Casa Blanca retome las conferencias de prensa sobre la covid-19.

Cuando quedan poco más de 100 días para las elecciones, las críticas contra la política de Trump para combatir el coronavirus han comprometido sus aspiraciones de reelección, con las encuestas otorgando ventaja a su rival demócrata Joe Biden.

Tras desestimar la gravedad de la pandemia -que deja en estados Unidos 140.000 muertos- y apostar a una "desaparición" del virus, las criticas contra el mandatario han arreciado ante un importante rebrote de los casos en los poblados estados del sur y oeste del país, en particular Florida.

Este aumento del contagio en estados clave para llegar a la Casa Blanca, como Texas o Florida, obligó al mandatario a un replantear su discurso y a recomendar el uso de la mascarilla, algo que no había hecho hasta el momento.

"Estamos unidos en nuestro esfuerzo para vencer el invisible virus de China y muchas personas dicen que es patriótico usar una mascarilla cuando no puede haber distanciamiento social", escribió Trump en su cuenta de Twitter.

"¡No hay nadie más patriótico que yo, su presidente favorito!", sentenció.

La imagen adjunta, en blanco y negro, muestra al mandatario luciendo un barbijo oscuro con el sello presidencial. Trump usó por primera vez un tapabocas en público el 11 de julio.

Esta actitud de solapado rechazo al babrijo atizó y politizó el debate sobre sobre su porte, algo que deben decidir los gobiernos locales.

El domingo Trump invocó la “libertad” individual para no defender la obligatoriedad de su uso a nivel nacional.

Conferencias de prensa

"Estamos unidos en nuestro esfuerzo para vencer al invisible virus chino", dijo Trump en su tuit, asignando una vez más la responsabilidad de la pandemia al gigante asiático.

Además, anunció que va a retomar el martes las conferencias de prensa regulares para informar sobre el coronavirus, que junto al equipo de crisis de la Casa Blanca sostuvo durante los primeros meses de la pandemia, desde marzo hasta fines de abril.

Esas conferencias, a veces largas y confusas, generaron burlas después de que Trump divagara sobre la posibilidad de inyectar desinfectante a los pacientes.

"Yo las hacía y teníamos mucha gente viéndola, un récord de personas en la historia de la televisión por cable y nunca ha habido nada parecido", afirmó el presidente en una declaración desde el despacho Oval.

Esto ocurre en momentos en que la crisis se agrava, y en una ciudad como Los Angeles las hospitalizaciones tocaron un récord el fin de semana.

“Vamos a hacerlo a las 5 p.m. (hora local) como antes, tenemos un buen horario”, celebró el presidente republicano, que antes de entrar en política ganó fama como presentador de televisión.

El mandatario fue asimismo criticado por haber aprovechado esas conferencias como tribuna personal en el marco de su campaña por la reelección.

Biden, que aisló en su domicilio tras desatarse la pandemia, un tímido desconfinamiento y, aunque limita sus desplazamientos, está primero en las encuestas.

Trump, por su parte, prometió que en las conferencias traerá a los estadounidenses buenas noticias sobre el desarrollo de una vacuna y tratamientos para la covid-19.

Ahora todas las quinielas se agitan sobre si el prestigioso inmunólogo Anthony Fauci seguirá junto al presidente durante las conferencias, con la difícil tarea de corregir informaciones incorrectas, sin herir las susceptibilidades del mandatario.

Su presencia o ausencia dará la pauta sobre si el experto conserva su rango en la célula de crisis de la Casa Blanca después de que el presidente lo criticó la semana pasada al considerar su postura ante el virus como demasiado "alarmista".