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La primera ministra británica, Theresa May, pronuncia un discurso mientras abre el Farnborough Airshow, al suroeste de Londres. Foto: Getty Images (MATT CARDY/Getty Images)
Londres. La primera ministra británica, Theresa May, evitó este martes por poco una derrota que podría haber tenido importantes consecuencias, con el rechazo en el Parlamento de una enmienda contraria a sus objetivos sobre el brexit, defendida por miembros proeuropeos de su partido conservador.
Esa enmienda “18” al proyecto de ley sobre las relaciones comerciales tras el brexit (Trade Bill) estipulaba que, en ausencia de acuerdo con la UE sobre la creación de una zona de libre comercio para los bienes, uno de los objetivos de May, el Gobierno debería haber intentado seguir en una unión aduanera, algo contrario los proyectos de la dirigente.
Presentada por conservadores opuestos al brexit, la enmienda había recibido el apoyo de miembros de la oposición laborista, una alianza que muestra las divisiones que agitan a la clase política británica en la cuestión de la salida de la Unión Europea.
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El Gobierno rozó el desastre, ya que el texto fue rechazado por 307 votos contra 301. El proyecto de ley sobre las relaciones comerciales fue aprobado poco después por 317 votos a favor y 286 en contra, y deberá ser examinado por los Lores, la Cámara Alta del Parlamento británico.
El texto busca instaurar un marco normativo para facilitar la conversión de los acuerdos comerciales de la UE en acuerdos bilaterales entre Reino Unido y países terceros. En concreto, permitirá evitar cualquier laguna jurídica cuando llegue el brexit y Reino Unido recobre sus plenos poderes en materia comercial, delegados hasta ahora a la Unión Europea.
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Los debates sobre la enmienda “18” dieron lugar a tensos intercambios entre los conservadores. Según un periodista del canal Sky News y un diputado laborista, los conservadores eurófilos recibieron “amenazas” por parte de los “whips”, los diputados encargados de hacer respetar la disciplina en el seno de los partidos.
Los conservadores pro-UE estaban especialmente airados tras la adopción el lunes de otro proyecto de ley relacionado con el brexit, sobre la organización de las aduanas, aprobado después de que May hiciera concesiones a los euroescépticos de su partido.
