Sudáfrica vota en masa para elegir un nuevo Parlamento

Congreso Nacional Africano es favorito a pesar de los escándalos de corrupción y el desempleo

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Johannesburgo. Los sudafricanos participaron masivamente este miércoles en las elecciones legislativas, para elegir un nuevo Parlamento, y regionales, en las cuales el Congreso Nacional Africano (ANC) es favorito a pesar de los escándalos de corrupción y el desempleo.

Los sondeos previos prometían al partido fundado por Nelson Mandela una mayoría de escaños, menos importante que la actual pero suficiente para que el presidente Cyril Ramaphosa obtenga un nuevo mandato.

Rodeado de simpatizantes y periodistas, el saliente jefe de Estado votó poco antes del mediodía en su pobre suburbio natal en Soweto, en las afueras de Johannesburgo.

"Estoy apasionadamente confiado. La nación y nuestro pueblo son entusiastas con la idea de votar", declaró Ramaphosa, quien prometió "una nueva alba, una nuevo punto de partida, una nueva esperanza", a todos los desilusionados con su partido.

Sin embargo, la principal interrogante tiene que ver con la amplitud del retroceso del ANC, en el poder desde 1994, cuya popularidad se hundió durante la presidencia de Jacob Zuma (2009-2018), salpicada por numerosos escándalos.

Los 22.500 colegios cerraron a las 7 p. m. (hora local). Unos 27 millones de electores están inscritos en el padrón electoral. Las primeras tendencias de los comicios recién se conocerían el jueves.

El futuro presidente, elegido por los 400 diputados del Parlamento, será investido el 25 de mayo.

Estas elecciones coinciden con el 25°. aniversario del fin del régimen del apartheid y de las primeras elecciones libres en el país, en las que resultó vencedor Nelson Mandela, fundador del ANC que lideró la lucha contra el apartheid.

"El partido gobernante no hizo nada durante veinticinco años", afirmó Luzuko Bota, un elector del barrio de Gugulethu, en Ciudad del Cabo. "Aún seguimos viviendo en barrios pobres", añadió.

En las elecciones municipales del 2016 el ANC obtuvo 54% de los votos, su peor resultado nacional, cediendo el control de Johannesburgo y Pretoria.

Los sondeos actuales le otorgan entre 51% y 60% de los votos, por debajo del 62,5% obtenido en las legislativas del 2014.

‘El más popular’

Desde que tomó el control del partido y accedió a la presidencia hace poco más de un año, Cyril Ramaphosa, de 66 años, prometió erradicar la corrupción y reactivar la economía, que desde la crisis financiera de 2008 registró un escaso crecimiento.

Considerado pragmático y competente, el exsindicalista que se hizo millonario y que durante un tiempo se perfiló como delfín de Nelson Mandela logró, al parecer, limitar la caída de popularidad del ANC.

"Es, de lejos, el candidato más popular", afirma la analista Collette Schulz-Herzenberg, de la universidad Stellenbosch.

Durante la campaña, Ramaphosa tuvo que afrontar la decepción y la cólera de un país desencantado.

La criminalidad, el desempleo –que afecta al 27% de la población activa y a 54% de los menores de 24 años– y la pobreza son una gangrena para la mayor potencia industrial del continente.

La oposición no ha dejado de marcar esos fracasos y espera por su parte amplificar los avances logrados en las elecciones locales.

"Seamos valientes y demos una oportunidad al cambio", declaró el líder de la Alianza Democrática (AD), Mmusi Maimane, de 38 años, que durante la campaña prometió crear un puesto de trabajo en cada hogar sudafricano.

Por su parte, el líder de extrema izquierda Julius Malema, de 38 años, de los Combatientes por la Libertad Económica (EFF), propone una "revolución" que incluye la expropiación sin indemnización de las tierras en manos de la minoría blanca.

“Si necesitan cambiar, los EFF son la solución”, lanzó el “comandante en jefe” tras haber votado en su ciudad natal de Sheshogo.

Con Jacob Zuma fuera del juego político, el principal argumento de campaña de la oposición desapareció.

A la segunda fuerza política del país, Alianza Democrática (DA), marcada por las tensiones internas y aún percibida como el partido de la minoría blanca, le cuesta convencer a los electores, y podría obtener entre 15 y 25% de los votos, frente al 22% del 2014.

Según los sondeos, el EFF, fundado en el 2013, liderado por Julius Malema y que se presenta como defensor de los más desfavorecidos, logrará el mayor avance y podría superar el umbral simbólico del 10%, frente al 6% obtenido en 2014.

"Siempre voté al ANC, pero decidí que ya ha sido suficiente. Esta vez lo haré por el EFF", afirmó Peggy Mavimbela, de 62 años.

Estos cambios de bando podrían resultar no obstante marginales, según los expertos, que predicen que los votantes decepcionados con el ANC preferirán abstenerse.