Votantes, observadores y los ocho candidatos se preparan para unas elecciones que revalidarán casi con toda seguridad el mandato del presidente de Rusia, Vladimir Putin, para otros seis años.
El resultado de los comicios del domingo está tan claro que las autoridades se esfuerzan en llamar a la población a las urnas para garantizar un dato de participación decente.
Varios votantes en la región de Perm, dijeron que sus patrones los presionan para que vayan a votar y que lo demuestren.
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La agencia AP vio mensajes enviados el viernes a personas en la región que los exhortan a cumplir con el deber cívico e informar luego cuándo y dónde votaron. Un mensaje dice que los informes serán elevados a la gerencia.
Un empleado del gobierno regional de Perm dijo que se enviaron mensajes similares a trabajadores de instituciones educativas, deportivas y administrativas. Habló bajo la condición de anonimato por temor a las represalias.
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Los candidatos tienen prohibido hacer campaña este sábado. La votación comenzará en el extremo oriental del país, cerca de Alaska, y terminará en el enclave báltico de Kaliningrado.
Más de 1.500 observadores internacionales monitorearán los comicios junto a miles de observadores locales. El Kremlin quiere asegurar que las elecciones son limpias luego de que los problemas con las boletas y las acusaciones de fraude empañaran las presidenciales del 2012.
A diferencia de la última vez que se citó con las urnas, Putin no enfrenta ahora un movimiento opositor serio y amplió su respaldo dentro del país gracias a sus acciones en Ucrania y Siria.