Londres. El primer ministro británico, Boris Johnson, y su homólogo irlandés, Leo Varadkar, afirmaron este jueves ver un “camino hacia un posible acuerdo” sobre el brexit, previsto dentro de tres semanas, aunque se mantienen prudentemente optimistas.
A tres semanas de la fecha prevista para la salida británica de la Unión Europea (UE), los dos dirigentes consideraron que mantuvieron una “conversación constructiva” al término de una reunión en Birkenhead, en el noroeste de Inglaterra.
Antes del encuentro, Varadkar había tuiteado varias fotos en las que los dos líderes aparecían con rostro sonrientes. La reunión tuvo lugar en la víspera de un viaje a Bruselas del ministro británico del brexit, Steve Barclay, para reunirse con el negociador jefe europeo, Michel Barnier, cuando las negociaciones entran en su fase crítica.
El tiempo apremia: solo queda una semana antes de una cumbre europea crucial para evitar una salida británica sin acuerdo el 31 de octubre, con consecuencias caóticas para ambas partes.
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Londres y Bruselas no logran ponerse de acuerdo sobre cómo evitar la reinstauración de una frontera física entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la vecina República de Irlanda –país miembro de la UE– que podría amenazar al frágil acuerdo de paz del Viernes Santo, que en 1998 puso fin a tres décadas de sangriento conflicto en la región.
No obstante, los dos dirigentes siguen "creyendo que un acuerdo interesa a todos", según una declaración publicada al término de un encuentro en Birkenhead, cerca de Liverpool.
Impulsada por la noticia, la libra esterlina subió un 1% frente al dólar.
‘Una responsabilidad británica’
Solo queda una semana antes de una cumbre europea crucial para evitar una salida británica de la UE sin acuerdo, de caóticas consecuencias, el 31 de octubre.
La principal patronal británica, la CBI, instó el jueves a ambas partes a "poner toda su energía en un compromiso". "Manténgase en la mesa (de negociaciones) y llegue a un acuerdo", pidió la CBI en un comunicado, temiendo las consecuencias económicas de un Brexit sin acuerdo.
Tres años después del referendo del 2016, en el que el brexit ganó por 52% de los votos, la UE dio al ejecutivo británico hasta el viernes para que presente una propuesta aceptable sobre la frontera irlandesa.
El jueves, el presidente francés, Emmanuel Macron, consideró que el brexit es una “crisis interna británica, no europea”. Que haya un acuerdo de salida de la UE, un brexit sin acuerdo o una anulación del brexit, “es a fin de cuentas una responsabilidad británica”, consideró.
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Segundo referendo
A falta de un acuerdo el 19 de octubre, una ley británica impone al primer ministro Johnson pedir un nuevo aplazamiento, el tercero, de la fecha de salida de la UE, pese a que dijo que prefería estar “muerto en una zanja” que retrasar de nuevo el brexit, ahora previsto el 31 de octubre.
Pero una eventual solicitud de aplazamiento debería ser aprobada por unanimidad por los otros 27 países miembros de la UE, subrayó el miércoles la secretaria de Estado francesa de Asuntos Europeos, Amélie de Montchalin.
“Si se celebran nuevas elecciones, un segundo referendo, un nuevo cambio político que nos lleve a creer que podríamos tener un tipo de diálogo diferente del que tenemos hoy, entonces se puede discutir una solicitud de prórroga”, dijo. “Pero dar más tiempo en las mismas condiciones, no nos daría muchas esperanzas de que ocurrieran cosas diferentes”, dio ante el parlamento francés.
En el contexto actual de crisis políticas, unas próximas elecciones anticipadas parecen inevitables en el Reino Unido.
En un discurso pronunciado el jueves, el laborista Jeremy Corbyn, líder del principal partido de la oposición, prometió que si llega al poder obtendría un acuerdo brexit en un plazo de tres meses y lo presentaría en un referéndum a los británicos, junto a la posibilidad de permanecer en la Unión Europea.