Roma. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, amenazó este lunes con renunciar al cargo si no cesan las polémicas entre las dos fuerzas de la coalición populista, el partido antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga (ultraderechista).

“Pido a las dos fuerzas políticas que se decidan si van a cumplir o no el acuerdo de gobierno”, declaró Conte tras exigir “una colaboración leal” porque, de lo contrario, “renuncio al cargo”.

El jefe de Gobierno, evidentemente agotado de lo que calificó “polémicas estériles y discusiones inútiles”, reclamó “una respuesta inequívoca y rápida, el país no puede esperar”.

Con tono severo el jefe de gobierno envió un mensaje claro, un verdadero ultimátum, a los dos partidos de la coalición de gobierno y en particular a sus dos líderes, quienes no dejan de enfrentarse a través de los medios de comunicación.

“Sirve tener una visión, no son suficientes los like”, lamentó Conte al criticar indirectamente la política del ultraderechista Matteo Salvini, particularmente activo en las redes sociales.

El primer ministro, quien enumeró los principales logros obtenidos durante el primer año de gobierno, reconoció que el arrasador triunfo de Salvini en las elecciones europeas del 26 de mayo modificaba completamente los equilibrios de poder en la coalición de gobierno.

El M5E, que había obtenido el 32,5% de los votos en las votaciones legislativas de marzo del 2018, se hundió en las europeas al obtener un decepcionante a 17%, mientras que la Liga de Salvini pasó del 17% al 34%, y ahora quiere imponer su política social y económica.

“Colaborar quiere decir que no hay que alterar el diálogo con la Unión Europea para evitar que nos abran un procedimiento por déficit excesivo”, explicó Conte al referirse de nuevo a las declaraciones irónicas de Salvini sobre la eventual carta de Bruselas con el anuncio de sanciones.

‘Colaboración leal’

“Una colaboración leal significa que si se plantean problemas políticos, no hay que lanzar señales ambiguas en los periódicos y noticieros, sino que se habla ante todo con el jefe de Gobierno”, explicó.

“Si continuamos con las polémicas en la prensa y en las redes sociales, no podemos seguir trabajando”, insistió.

“Tenemos que trazar el futuro del país, que es algo más que complacer a las multitudes en lugares públicos o recopilar like en las redes sociales”, agregó al referirse a la estrategia de comunicación de Salvini, quien vive en eterna campaña electoral en Twitter, Instagram y Facebook.

Antes inclusive de que terminara su discurso oficial desde Palacio Chigi, la sede de gobierno, Salvini respondió por Facebook que la Liga está dispuesta a seguir gobernando."La Liga está presente", escribió.

El clima político, ya tenso tras semanas de campaña electoral marcada por las descalificaciones y los insultos, se ha tensó ulteriormente desde que Salvini arrasó en las elecciones europeas.

El ultimátum del primer ministro, un abogado que nunca ha hecho política y que se presenta como la persona que garantiza que se aplique el programa de gobierno pactado entre dos fuerzas tan distintas, ha sido interpretado como el inicio de un divorcio; es decir de una crisis de gobierno.

“Conte acaba de admitir que su gobierno fracasó, lo que decimos desde hace semanas”, comentó el líder del Partido Democático, la oposición de centroizquierda, Nicola Zingaretti.

En un balance del primer año de gobierno, el profesor Franco Pavoncello, docente de Ciencias Políticas de la Universidad Americana de Roma John Cabot, aseguró que se trata de un “gobierno que habla mucho, pero poco hace”.

El miércoles está previsto que llegue la carta de la UE, lo que complica aún más el escenario político por el aumento de la deuda pública, que supera los $2.300 millones de euros.

Interrogado por la prensa, Conte anticipó que no ha establecido un plazo para que cesen las hostilidades, pero que la respuesta será evidente para todos “en los próximos días”.