Partido Laborista respalda la neutralidad de Jeremy Corbyn ante la crisis del ‘brexit’

Militantes de base votaron en un ambiente de caos tres mociones divergentes sobre la separación de Reino Unido y la UE

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Brighton. En un esfuerzo por superar sus divisiones internas sobre el brexit, el opositor Partido Laborista británico votó este lunes en su congreso anual por la estrategia de neutralidad marcada por su líder, Jeremy Corbyn quien, contra las expectativas, salió así reforzado.

Reunidos en Brighton, en el sur de Inglaterra, los militantes de base votaron en un ambiente de caos tres mociones divergentes sobre el brexit, presentadas la víspera ante la incapacidad de acordar una propuesta unitaria.

Una de ellas, defendida por varias secciones regionales, afirmaba que el laborismo debía “reflejar el punto de vista abrumador de sus miembros y votantes que quieren permanecer en la UE”. “Por lo tanto, el Partido Laborista hará una enérgica campaña a favor de una consulta popular y de permanecer en la UE en dicho referendo”.

Otra, apoyada por la dirección del partido, proponía dejar la toma de algún tipo de decisión para después de unas inciertas elecciones anticipadas que, de momento, aún se están por convocar, "a través de una conferencia especial de un día, tras la elección de un gobierno laborista".

La última, defendida por los grandes sindicatos, prometía un segundo referendo “sobre un trato acordado con la UE que permita decidir a la gente entre una opción creíble de salida y la permanencia” en el bloque. No obstante, como ya defendió Corbyn en los últimos días, el Partido Laborista no haría campaña por ninguna de esas opciones, manteniéndose neutral.

Contradiciendo a quienes vaticinaban que Corbyn sería desautorizado por las bases y presionado para que tomase posición, se impuso la opción de la neutralidad.

Sin embargo, la votación estuvo marcada por una disputa sobre su modo de realización: muchos militantes pedían que se hiciese con papeletas pero finalmente se impuso la opción de la mano alzada dejando patentes las tensiones internas.

‘Apártense’ si difieren con Corbyn

La crisis de identidad del laborismo, principal fuerza de oposición del país, se fue intensificando a medida que se acercaba la nueva fecha prevista para el brexit, el 31 de octubre, y ante la perspectiva de que no se alcance un acuerdo con Bruselas que venza la oposición del parlamento británico.

Las encuestas de opinión muestran que los esfuerzos de Corbyn para unir a las alas euroescéptica y proeuropea del partido, ya sea retrasando una decisión sobre el brexit o dejándola en manos de los votantes, condujeron a una dramática pérdida de popularidad.

Dos sondeos publicados este fin de semana situaban al Partido Laborista 15 puntos porcentuales por debajo del Partido Conservador del primer ministro Boris Johnson, y en peligro de perder el segundo lugar frente al centrista y abiertamente proeuropeo Partido Liberal-demócrata.

Algunos de los más cercanos colaboradores de Corbyn insisten en que son miembros de un partido fundamentalmente europeo con la obligación de revertir el resultado del referendo del 2016, en que 52% de británicos votó a favor del brexit al término de una exacerbada campaña.

No obstante, los sindicatos y un poderoso grupo de presión de izquierda, que ayudó a Corbyn a convertirse en líder laborista en el 2015, quieren que el partido defienda la opinión de sus bases de clase obrera, que piden la salida de una UE que critican por lo que consideran su excesivo liberalismo.

“No solo debemos hacer campaña por permanecer en la UE, sino que debemos liderar la campaña para permanecer”, afirmó Emily Thornberry, la vocera de Relaciones Exteriores del Partido Laborista, al margen del congreso de Brighton.

Los dirigentes proeuropeos del partido como Thornberry deberían “apartarse de la dirección” si no están de acuerdo con el enfoque de Corbyn, respondió el líder sindical Len McCluskey haciendo patente las divisiones.