Opositor Carlos Mesa desafía reelección del presidente Evo Morales

De acuerdo con sondeos de intención de voto, la posibilidad de que en Bolivia haya una segunda vuelta electoral es alta

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La Paz. Los bolivianos irán el domingo a unas elecciones con final abierto, quizás las más reñidas de su historia, en las que Evo Morales, favorito para un cuarto mandato, hace frente al centrista Carlos Mesa, único rival capaz de forzarlo a un inédito balotaje.

Los últimos sondeos de intención dan ventaja con márgenes estrechos a Morales, quien estaría lejos de arrasar como lo hizo desde su primer triunfo en el 2006 y en dos reelecciones sucesivas en las que avasalló a sus adversarios. Un sondeo de la universidad estatal le da 32,3% al mandatario y 27% a Mesa.

Frente a esa posibilidad, Morales apuntó en el último tramo de su campaña toda su artillería para estirar la diferencia y mantener la hegemonía en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), como en sus últimos dos mandatos, lo que le valió imponer sus políticas a discreción.

Su objetivo, ha dicho en más de una ocasión, es alcanzar el 70% de los sufragios válidos en esta elección en la que están convocados unos 7,3 millones de bolivianos.

La decisión de Morales de volver a postularse es mal vista por un segmento de la población y fuertemente criticada por la oposición, la cual cree que si gana Bolivia va camino hacia una autocracia.

Morales, de 59 años, se vio favorecido por un fallo del Tribunal Constitucional que lo habilitó en el 2017 para buscar una reelección indefinida al alegar que se trata de su derecho humano, un año después de perder un referendo que consultó a la población sobre el tema.

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Mesa, que logró reunir en el último tramo de la campaña a actores políticos disímiles desde la izquierda hasta la derecha radical, es el único de los ocho opositores en liza con capacidad de poner fin a la gestión de Morales, que ya dura casi 14 años.

Este historiador y periodista de 66 años logró aunar a parte del electorado con la consigna del “voto útil” frente al “voto seguro” con que Morales intenta seducir a su pueblo.

A esperar la votación

“Yo creo que todo puede pasar”, dijo Amaru Villanueva, que coordina un proyecto de análisis electoral de la fundación Friedrich-Ebert-Stiftung (FES)-Bolivia.

Según los datos comparativos elaborados por FES, Morales recogería un 44% de los votos, mientras Mesa un 32%. Sin embargo, el caudal de indecisos es grande, 11%, por lo que el escenario es imprevisible.

“Algunos dicen que deciden su voto el mismo día de la votación. Entonces, hay que tomar con pinzas lo que nos dicen las encuestas”, previno Villanueva.

Mediciones de medios locales señalaron que Morales no podrá alcanzar en la primera vuelta la mitad más uno de los sufragios válidos o el 40% de los votos y una ventaja de diez puntos sobre Mesa, para encumbrarse a un nuevo mandato, por lo tanto tendrá que ir a segunda vuelta.

Algunos analistas sostienen que ninguno logrará hegemonía en el Congreso y será necesario lo que llaman "democracia pactada", un ejercicio de alianzas para lograr acuerdos mínimos entre las bancadas.

Morales suele alertar contra esa manera de hacer política, a la que califica de cuoteo, porque se forman alianzas en función de intereses económicos y de poder, y no “pensando en el pueblo”, afirmó.

El presidente saliente hizo campaña electoral exhibiendo los logros económicos de su gestión, que convirtieron a Bolivia en uno de los países con mayor crecimiento de la región.

Medidas como la nacionalización de los hidrocarburos en el 2006 le dieron cuantiosos recursos al Estado y le permitieron mejorar la distribución del ingreso en beneficio de los sectores populares.

La oposición atacó los flancos más débiles del gobierno como el despilfarro, la corrupción, la inseguridad, el creciente tráfico de drogas y su alianza con Venezuela, Cuba e Irán.

Evo Morales llegó al poder en el 2006 con el 54% de los votos y, tras la aprobación de una nueva Constitución en el 2009, revalidó el cargo en elecciones en las que obtuvo un rotundo 64% de los votos para el periodo 2010-2015 y el 63% para la gestión 2015-2020.

Además de los 7,3 millones de votantes en Bolivia, el padrón electoral está compuesto por 341.001 bolivianos residentes en 33 países, mayormente en Argentina, España y Brasil, que elegirán únicamente presidente y vicepresidente.

Las votaciones para renovar también un Congreso bicameral de 136 miembros abren a las 8 a. m. (6 a. m. hora de Costa Rica) del domingo y cierran a las 16 horas (2 p. m. hora costarricense).