Managua. La oposición nicaragüense volverá a las calles el sábado con una marcha en la capital en medio de una ola represiva del gobierno de Daniel Ortega que rechazó dialogar para solucionar la crisis que lleva casi año y medio.
La manifestación la convocó la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB, opositora) para presionar al gobierno a dialogar sobre una agenda que comprende profundas reformas democráticas y el adelanto de las elecciones de 2021, posibilidad que el gobernante ha rechazado.
"Hacemos un llamado a los nicaragüenses a ejercer nuestros derechos de movilización" y a "demostrarle al régimen que seguimos activos en la lucha y no descansaremos hasta recuperar" la democracia, exhortó en rueda de prensa Max Jerez, uno de los líderes de la UNAB.
En las calles, cientos de policías y agentes antidisturbios armados con fusiles y bombas aturdidoras vigilan para impedir una reactivación de las manifestaciones antigubernamentales.
“La Policía intimida porque no quiere que haya movilización nacional”, pero “estamos trabajando para que se logre”, dijo la dirigente opositora Azahálea Solís.
El intento de retomar las movilizaciones callejeras se da en momentos en que Ortega cerró las puertas al diálogo con sus adversarios.
El mandatario ha dicho que su gobierno solo conversará con los sectores que estén dispuestos a “trabajar por la paz”, con lo cual excluyó al bloque opositor que incluye a la sociedad civil, estudiantes, campesinos y empresarios.
Los oposición admite que ha sido difícil movilizar a la ciudadanía después de los más de 325 muertos y cientos de encarcelados que dejó la represión a las protestas que surgieron en abril del año pasado.
Las manifestaciones se iniciaron contra una reforma al seguro social pero pronto se transformaron en un reclamo para la salida de Ortega, en el poder desde el 2007 y acusado por sus detractores de instaurar una dictadura junto a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
#LaMarchaVa nos vemos este sábado 21 de Septiembre a las 11am. Por la memoria de Matt Romero, la liberación de los presos políticos y el retorno seguro de los exiliados. #UnidadNacional #AlacLle #NadaEstaNormal pic.twitter.com/AP6fw4JrLh
— Unidad Nacional Azul y Blanco (@UnidadNic) September 18, 2019
Para Ortega, las movilizaciones fueron un intento fallido de golpe de estado respaldado por Washington y los opositores "son vendepatrias y traidores" al servicio de los "imperialistas".
La población “ha quedado asustada por el nivel de bestialismo con que ha actuado el gobierno de Ortega”, que “ha demostrado que está dispuesto a hacer todo y a matar la mayor cantidad de gente que sea necesaria para conservar el poder”, manifestó el exdiplomático y analista Hugo Rodríguez.
Según Rodríguez, las autoridades cuentan con "sofisticados" mecanismos de información y recursos humanos para rastrear y controlar a los opositores, confundir y desmovilizar a la población.
Hace más de un año entró en vigor una ley que castiga la participación en las protestas con hasta 20 años de prisión.
El país enfrenta una recesión, con una caída de 3,8% del producto interno bruto (PIB) en el 2018, en tanto el gobierno proyecta un crecimiento negativo de -2,2% para el 2019, con miles de desempleados.
Pese a las dificultades, los opositores tratan de mantenerse activos con foros y piquetes de protesta “exprés”, a los que se suman protestas esporádicas de rechazo al gobierno.