Nuevo Hampshire marca el paso de la carrera por llegar a la Casa Blanca

Los resultados de las elecciones primarias en ese estado expulsan de la lucha a los precandidatos más débiles

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Concord, EE. UU. El pequeño estado de Nuevo Hampshire juega un papel decisivo en la carrera presidencial en Estados Unidos y allí los demócratas decidirán el martes cuál es su candidato preferido para enfrentar a Donald Trump en noviembre.

"Estoy sorprendida de que los candidatos no estén aquí. Aquí es donde están los electores", dice Heidi Barrett-Kitchen, presidenta de un concurso de pesca en hielo que se esperaba que congregara cerca de 10.000 personas el fin de semana pasado.

Cada cuatro años, este estado de 1,3 millones de habitantes es invadido por los equipos de campaña de los candidatos, que esperan ganar la elección primaria. Este martes, después del fiasco de los caucus de Iowa la semana pasada, la apuesta es doble.

Iowa es considerado el pitazo inicial de las primarias, pero Nuevo Hampshire marca el tono y define la salida de los candidatos más débiles del pelotón.

“Ser los primeros del país es algo que nos hace sentir muy orgullosos”, afirma Barrett-Kitchen mientras los pescadores socializan en el lago o en las chozas donde se cobijan para hacer un hueco en el hielo.

Los resultados de esta centenaria primaria en Nuevo Hampshire son observados con atención por el resto del país y con razón, dados los precedentes históricos.

El general de la Segunda Guerra Mundial Dwight Eisenhower ganó la votación de este estado en 1952, una victoria que allanó su camino hacia la Casa Blanca y sellaría su papel en la vida política estadounidense.

Ser primero o segundo

De las 17 elecciones presidenciales que ha habido desde entonces, 14 candidatos que ganaron la nominación de su partido en este estado después se convirtieron en presidentes. En los otros casos, el aspirante que llegó en segundo lugar fue quien finalmente llegó a la Casa Blanca.

En otras palabras, hay poca esperanza para quien llega en tercer lugar.

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Pero en estas elecciones con 11 candidatos demócratas en liza, es difícil hacer proyecciones.

El exvicepresidente Joe Biden - que es el favorito a nivel nacional - está tercero en este estado, detrás del senador Bernie Sanders y del exalcalde de South Bend Pete Buttigieg.

“Muchos votantes en Nuevo Hampshire, la gran mayoría de votantes, se deciden durante esta semana, este fin de semana”, dice Bill Gardner, la autoridad electoral en este estado desde 1976, en una entrevista desde la capital, Concord.

"Aquí, cualquier cosa puede pasar", agrega. "Y si alguien ganó o no ganó en Iowa, eso no tiene un gran impacto en lo que pase aquí", advierte.

Los candidatos son conscientes de lo que está en juego y de cuán en serio se toman su rol los habitantes de Nuevo Hampshire. Aquí, a diferencia de Iowa, cuyas primarias son asambleas regidas por un caucus, las votaciones son con papeletas.

Varios candidatos - incluyendo Sanders, Buttigieg y la senadora Amy Klobuchar - han celebrado 65 o más actos en Nuevo Hampshire desde junio del 2019.

Las encuestas están lideradas por Sanders, un candidato del ala izquierda del partido que en 2016 venció en este estado a Hillary Clinton, pero que después perdió finalmente la nominación.

Fuerza independiente

Pero los independientes son una fuerza política importante en este estado, cuyo lema es “Vive libre o muere”.

En Nuevo Hampshire hay más electores inscritos como independientes que como votantes partidistas y estos están habilitados para votar en las primarias, lo que hace que los candidatos trabajen con ahínco para atraer su apoyo.

"A veces puede ser abrumador", confiesa Theresa McCormack, una jubilada que está registrada como demócrata y que vive en Campton. "Creo que a la gente le cuesta decidir hacia dónde ir y en eso me incluyo", añade mientras almuerza en el lago Winnipesaukee.

Este estado recibe además una atención especial después del desastre del caucus de Iowa, una asamblea en la que los participantes expresan su apoyo en público y no en secreto.

Después de los incidentes con la aplicación de recuento que fue incapaz de arrojar resultados y que tenía fallos de seguridad mayúsculos, si en Nuevo Hampshire los resultados emergen con claridad, esto podría restar incertidumbre y nerviosismo al proceso de nominación.

Gardner insiste en que lo ocurrido en Iowa nunca podría producirse en su estado.

“En Nuevo Hampshire todo el mundo vota con una papeleta”, manifiesta. “No se puede hackear un lápiz”.