Inmigración y economía son las dos grandes tareas del nuevo gobierno de Italia

Presidente juramentó a la coalición entre el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático, que todavía necesita la aprobación del Parlamento

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Roma. La inmigración será, junto con la economía, una de las principales preocupaciones del nuevo gobierno de Giuseppe Conte, que tendrá que pasar la página de la ultraseguridad defendida por Matteo Salvini, ministro del Interior saliente, y con quien trabajó durante 14 meses.

Salvini, jefe de la Liga (ultraderechista), quien ha forjado su éxito político en Italia gracias a su lucha encarnizada contra los migrantes y las ONG humanitarias, mantuvo tensas relaciones con Bruselas y con las principales capitales de la Unión Europea (UE), acusándolas de querer hacer de Italia un “campo de refugiados” de Europa.

El lunes, Conte dejó entrever sus intenciones y aseguró que retomaría el diálogo sobre esta cuestión con la UE.

"Tenemos que retomar las negociaciones con la UE para superar el reglamento de Dublín y alcanzar finalmente una gestión europea del problema de la inmigración", afirmó en Facebook.

El programa de su nuevo gobierno, difundido el miércoles, preconiza una “fuerte respuesta europea (...) al problema de la gestión de flujos migratorios”.

El reglamento de Dublín establece que el país de llegada tiene que ser el que trata las demandas de asilo, lo que sitúa a Italia en primera línea de los flujos de migrantes procedentes de Libia, en particular.

En una entrevista el miércoles al diario La Stampa, Pekka Haavisto, jefe de la diplomacia de Finlandia, país que ocupa actualmente la presidencia rotativa de la UE, aseguró que la próxima cumbre de Malta sobre la migración “retomará el trabajo hecho en París, esperando poder avanzar en la buena dirección”.

En una reunión a finales de junio en la capital francesa, 14 países europeos dieron su acuerdo, entre ellos ocho "de manera activa", para poner en práctica un "mecanismo de solidaridad" para repartirse los migrantes rescatados en el Mediterráneo.

Salvini fue endureciendo la política antiinmigración del país durante los 14 meses en los que fue ministro del Interior.

La última ley, adoptada en agosto, días antes que anunciara que quería poner fin a la coalición gubernamental con el Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema), le otorgaba amplios poderes para prohibir a los navíos con migrantes rescatados el acceso a las aguas territoriales y a los puertos italianos.

También le permitía confiscar embarcaciones de las ONG e imponer multas, de hasta un millón de euros, a sus comandantes.

El presidente de la República, Sergio Mattarella, cuando firmó la ley, en una etapa indispensable para su entrada en vigor, criticó varios puntos en una carta al Parlamento.

Cambio de tono

El gobierno “Conte 2”, una alianza entre el M5E y el Partido Democrático (PD, centro-izquierda) debería adoptar una estrategia más pragmática sobre el tema, sobre todo porque la nueva ministra del Interior, Luciana Lamorgese, que fue la máxima responsable de la seguridad en Milán, no tiene filiación política y conoce bien la cuestión.

“Lo que es seguro es que habrá menos atención mediática sobre el problema de la inmigración, sobre el que Salvini ha especulado mucho, y con éxito”, declaró Lorenzo Castellani, profesor de la universidad LUISS de Roma.

“El nuevo gobierno buscará un diálogo más sostenido con la UE sobre la solución de Dublín, y habrá un tono menos duro con las ONG”, agregó.

Pero, “aunque Salvini ha bajado en los sondeos, que le dan ahora 32-33% de la intención de voto (contra los 36-38% de hace un mes), el nuevo gobierno no podrá poner en práctica una política de acogida de migrantes sin límites”, que sería políticamente peligrosa, aseguró Castellani.

El líder ultraderechista ya anunció que no se quedará con los brazos cruzados: “Si los puertos se reabren (a los migrantes), libraremos la batalla en el Parlamento y, democráticamente (con manifestaciones) en las calles”.

Mattarella tomó juramento este jueves al nuevo gobierno proeuropeo de la tercera mayor economía de Europa.

“Estamos preparados para darlo todo por el país”, manifestó el líder del M5S, Luigi Di Maio, que ejercerá como ministro de Relaciones Exteriores.

La nueva coalición todavía necesita la aprobación del Parlamento en un voto previsto el lunes en la Cámara de Diputados y el martes en el Senado.

“Buena suerte al nuevo gobierno y a sus ministros ¡Vamos a cambiar Italia!”, afirmó –por su parte– la líder del PD, Nicola Zingaretti.

Tarea económica

Otra tarea del nuevo gobierno será el presupuesto para el 2020, que tiene que ser sometido al Parlamento antes de que termine setiembre y luego a la Unión Europea, el 15 de octubre.

La elección de Roberto Gualtieri, del PD, como ministro de Finanzas, que conoce Bruselas, es “extremadamente positiva, especialmente para las relaciones con la UE”, destacó Lorenzo Codogno, exjefe economista del departamento italiano del Tesoro.

La coalición entre el M5S y La Liga vivió un duro enfrentamiento con la Unión Europea por su presupuesto, demasiado expansivo, a ojos de Bruselas.

Los mercados reaccionaron este jueves al nombramiento del nuevo gobierno con subidas. El índice FTSE Mib de la bolsa de Milán ganaba 0,5% tras la ceremonia.

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El nuevo ejecutivo es el más joven de la historia de Italia desde la posguerra, con una media de edad de 47 años, y tiene más ministros del sur del país, más pobre que el norte.

De los 21 ministros del gobierno, nueve son del PD, diez el M5S, uno del pequeño partido de izquierda Libres e Iguales y otro que no tiene afiliación política, la nueva ministra de Interior, Luciana Lamorgese.

Luciana Lamorgese, quien fue la máxima responsable de la seguridad en Milán, sustituirá a Salvini, el hombre fuerte del anterior gobierno y que al retirar el apoyo de su partido provocó la caída del Ejecutivo.

Salvini, conocido por su actividad constante en las redes sociales, esperaba provocar elecciones y aprovechar así su popularidad, pero el resultado no fue el esperado.

El jueves predijo sin embargo que el nuevo gobierno "no durará mucho". "Haremos oposición en el parlamento, en los ayuntamientos, en las plazas y al final votaremos y ganaremos", predijo.